En el campo de refugiados saharauis de Dajla, a casi tres horas de desierto desde el aeropuerto de Tindouf, en medio de la nada más absoluta, se está celebrando un festival internacional de cine. Dajla representa el refugio dentro del refugio. Es el campamento más alejado y de más difícil acceso, y muchas veces queda fuera del “circuito” de ayuda humanitaria que llega a los campamentos, por la dificultad extra que entraña su lejanía. Es más difícil llevar gente y equipos, no hay teléfono, etc. La mayoría de delegaciones extranjeras que viene al Sáhara no visita Dajla; hay muchos cooperantes que trabajan durante meses en los campamentos, y no conocen Dajla.
Por todo ello, estos días de festival (del 5 al 10 de mayo), Dajla se transforma, y recibe a cientos de visitantes que pasean por sus dairas y barrios, atraídos por este extraño acontecimiento. El programa se puede ver en http://www.festivalsahara.com/
Yo suelo ir a Dajla por cuestiones de trabajo cada 15 días, y ayer fui, y a la noche vi “Ché, el argentino” de Steven Soderbergh, en una pantalla gigante al aire libre, sentado sobre una alfombra en la arena, a la luz de una luna que pronto será llena. Han circulado rumores de que venían al festival Benicio del Toro, Penélope Cruz o Pedro Almodóvar (la verdad es que no me imagino a Pe usando una letrina, pero bueno, cosas más raras se han visto), y parece que finalmente el que sí ha llegado es Eduardo Noriega.
Y los que no descansan ni un minuto son los marroquís y sus maniobras: rápidamente han organizado otro festival de cine en la Dajla ocupada (antigua Villa Cisneros), haciendo que coincida con éste. En fin.