Hola a todos.
El veranito se va acabando y las vacaciones también. Este año, después de mucho buscar, nuestro destino de vacaciones fue Marina D’or en Oropesa del Mar. Y por qué? Porque en España hay muy pocos hoteles que tengan una silla hidráulica en sus piscinas. Ya se que hay playas con sillas anfibias, pero al final con ellas solo te mojas las piernas, y a mi me gusta remojarme entero.
El hotel que encontramos fue EL GRAN DUQUE. Perfectamente adaptado con piscina, la playa a 200 metros, animación infantil…. El paraíso!!!
Fuimos la primera semana de agosto con nuestros amigos David y Virginia. Estuvimos muy bien con ellos y lo pasamos genial. Y sobre todo, nos ayudaron un montón.
La verdad que a lo bueno, que rápido se acostumbra uno. Nuestra rutina era tomar un buen desayuno. Ya sabéis, huevos revueltos con bacón, tostadas, bollos, zumo y café. Que malo es el buffet libre… Después piscina y bañito. Seguido de la comida y la siesta. Por la tarde playa y paseo. Cenar algo, paseíto y a dormir….. Que mal, eh???????
En la piscina, los socorristas fueron muy agradables y estuvieron todo el rato atentos. La verdad es que daba gusto meterse, porque el sol calentaba mucho. En cambio, en la playa solo pude bañarme un día. Ya que siempre había bandera amarilla y no me dejaban. El puesto de socorro de la playa, estaba totalmente adaptado para sillas de ruedas.
Bueno, no todo fue sol y playa. Un día estuvimos en la Ciudad de las Ciencias de Valencia. Primero estuvimos en el Oceanografíc. Esto es entretenimiento seguro para Anne, mejor dicho, para todos. La cantidad de especies que hay es impresionante. Y como no, el espectáculo de delfines, es lo mas. Pero el que mas me impresiono, fue el cangrejo araña gigante. Veo uno en la playa y no paro de nadar hasta el fin del mundo…
Después fuimos al museo de la ciencia, donde estuvimos entretenidos haciendo diferentes experimentos científicos. Y donde también había una exposicion de superhéroes.
Otro día, también fuimos al parque acuático de Benicasin. Donde David y virginia disfrutaron como auténticos niños. Y claro esta, Anne no dejo ningún tobogán sin probar. Me encanto ver que no le tiene miedo a nada.
Yo, por mi parte, pude bañarme con una silla anfibia. Pero lo mejor fue cuando virginia y yo nos montamos en una de esas barracas que te lanzan hacia arriba. Momentazo cuando la atracción llega arriba del todo, y mis piernas y brazos salen disparados hacia el cielo. No podíamos parar de reírnos…
En definitiva, unas vacaciones muy agradables y divertidas. Espero que os haya gustado.
Hasta pronto.