Hola a todos. Hace mucho que no escribo, no por falta de ganas, sino por falta de ideas. Pero hoy me tocaba escribir, lo necesito. Necesito gritar mi rabia. He perdido a una amiga. El abrazo de la ELA, termino por asfixiarla. Algunos dicen que hay que seguir, pero a mí se me ha quedado una espinita clavada. Prometí ir a verla para hablar y animarla. Y por una cosa y otra, al final, no nos vimos. No aprendí la lección que enseña esta enfermedad, de no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy… Llame a su madre, pero me fue imposible decir nada. Mis palabras se ahogaban en mi llanto.
En un año, esta devastadora enfermedad, se ha llevado a una amiga de 25 años. Miramos las cosas insignificantes y hacemos de ellas un drama. Sin saber que esas minúsculas cosas que tenemos, son las que nos dan la vida.
Supongo que Tania pensaría como yo (es lo que tiene cuando te atrapa la ELA), aprovechad cada segundo como si fuera el ultimo. Darles un beso o un abrazo todos los días a aquellas personas que te importan. Regálale un TE QUIERO, a los que te acompañan. Y sobre todo…….. VIVE!!!.
Lo que mas me fastidia, es que nos seguiremos marchando y seguiremos siendo un solo numero para las estadísticas. Pero no nos damos cuenta, que no solo somos 4000 enfermos. Sino que esta enfermedad también envuelve a todos aquellos que rodean al enfermo. NO SOLO SOMOS UN NUMERO!!!
No puedo evitar llorar, dejar brotar mi rabia,
ni perdonar al azar su fragilidad infringida,
que un capricho de la vida te dejara herida.
Te fuiste a los 25, suena dramático
y el tiempo pasa tan rápido que hasta el dolor se olvida.
Maldigo a quien te negó el regalo de sentir el sol,
de ver amanecer, de conocer a tu primer amor.
Maldigo a esta existencia endeble, que nos envuelve en fiebres
de un terror que hierve por que pierde lo que ama,
pero tu llama hermana, aun derrama cera en mi recuerdo
y en este corazón latiendo te conservo.
Cuando miro alrededor y no te encuentro
siento que algo de mi también partió en aquel momento
de tu adiós precoz, tu cuerpo frágil, se derretía veloz,
no te defendía del ataque atroz, del tiempo que te consumía
y en mi melancolía fría hoy le cuento al mundo que exististe un día,
que se te quería tanto como el ángel que tú fuiste
y te canto por que se que oyes este llanto triste.
Quiero contarte tantas cosas
pero me ahogo de tanto pensar, como sería la vida sin aquel mazazo
poder charlar, sentir tu abrazo y tu perfume
ver los lazos que nos unen a la eternidad
pero quien es inmune a la inclemencia de esta realidad
y asume su tortura sin quejidos (dime)
quien no ha sufrido la falta de un ser querido
que se va sin haber vivido, sin hallar sentido
hermana mía tu recuerdo sigue vivo…