Que no me arrullen con cuentos. Ni vamos a ser princesas ni nos conformamos con ser cenicientas. No queremos ser A LA SOMBRA DE NADIE, ni de hermanastras, ni de príncipes, ni de amantes sádicos. ¿Y si abandonamos el camino marcado para nosotras, generación tras generación, la búsqueda de un príncipe? ¿Y si renunciamos al [&hellip
Leer más…