Yo soy en un tiempo propio con otras y otros.
No puedo ser en un tiempo ajeno.
No puedo ser yo misma, no puedo construirme, en un tiempo que es de otros.
No puedo ser en un tiempo que no me pertenece,
no puedo ser sin una vida propia.
Os pregunto y me pregunto, ¿os sentís, os reconocéis dueñas de vuestro tiempo? ¿os sentís libres administrándolo, gastándolo?
¿Qué es exactamente eso de ser dueña de mi tiempo? Se me ocurre que es lo más parecido a ser dueña de mi vida.
¿Mi vida es mía o es de un gran número de accionistas que viven junto a mí?
¿Soy su única propietaria o voy a medias con alguien o he formado sociedad?
El tiempo es oro ¿no? y tanto el tiempo como el oro ¿están en manos de ellos? ¿cómo están nuestras cuentas? ¿están famélicas?
Tu agenda personal ¿tiene el mismo número de hojas que la de los hombres que viven junto a tí?
El dinero se cuenta en euros, el oro en lingotes, el tiempo se mide en minutos. El tiempo es nuestro saldo vital ¿qué tal ando de fondos?
Decía Clara Coria que en cuestiones de dinero las mujeres nos sentíamos y nos reconocíamos como dueñas y administradoras del dinero “chico” pequeño, “el grande lo controla sobre todo él” ¿nos pasa lo mismo con el capital en horas que con el capital en euros? ¿El tiempo en números grandes ¿tiene algo que ver con nosotras?¿nos sentimos y actuamos como dueñas de él o estamos dejando nuestra riqueza en manos de …¿de quién?
Sé ambiciosa en tus sueños, y en tus ambiciones,
quiérete a fondo,
suéñate en grande,
sé generosa, pero esta vez, para variar,
se generosa contigo y dáte todo el tiempo del mundo,
regálate todo el tiempo necesario para poder llegar a ser,
ser alguien de quien puedas sentirte orgullosa.
Itziar