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El término Housing First en muchas ocasiones se contextualiza como oposición al Modelo Meritorio o en Escalera (Continuum of Care), el modelo dominante en la mayoría de los países europeos en el ámbito de prestación de servicios. Pero, si bien un Modelo no significa la abolición del otro, pudiendo trabajar conjuntamente, si presentan grandes diferencias en cuanto a su perspectiva de intervención, fundamentos y valores.
“No solo debemos cambiar modelos de trabajo… también modelos de pensamiento, de acercamiento al fenómeno y constructo sobre la enfermedad, salud, adicción, VIH-sida, tratamiento…” unas nuevas formas de pensamiento que no juzguen, sino que acompañen (Raisfundacion.org, 2016)
La ideología básica del modelo en escalera presenta como principales objetivos los cuidados básicos, la adaptación a normativas y el tratamiento como erradicación de la adicción. Pero, en los fundamentos del modelo Housing First, lo prioritario es el ejercicio de los derechos como ciudadano a ser acogido y acompañado, gestionado con distintas intensidades según su momento vital.
Sería un avance o cambio en el concepto Housing Ready del Sistema en Escalera, donde la persona debe avanzar por un arduo proceso de “logros” que ocasiones no se adaptan a sus momentos vitales o necesidades reales. Se propone cambiar el concepto por el de Housing First, que primacía la acogida y establece la estabilidad de vivienda como base para la creación de nuevos y más óptimos recorridos sociales y vitales, para las personas que no encontraban respuesta con el actual modelo.
No quiere decir que el único recurso exitoso sea un piso independiente, puede ser ciertamente también una Comunidad Terapéutica, un piso tutelado o una residencia, siempre y cuando la persona decida que lo sea según su momento vital, no como única opción existente para no encontrarse en situación de Sinhogarismo. Cabe destacar el índice de estabilidad de vivienda que presenta Housing First frente a las reiteradas vueltas a la calle y Síndrome de la puerta giratoria que caracterizaba el Sistema en Escalera.
El Modelo en Escalera promueve y mantiene el concepto de que una situación sin hogar se da a causa de las deficiencias de las personas que se encuentran en exclusión residencial. Muchos países de la Unión Europea han tendido a construir albergues a gran escala, albergues que se consideran ya obsoletos en otros muchos países. Actualmente están siendo sustituidos por unidades más pequeñas, enfocadas en el individuo y en el respeto de un mínimo de privacidad y autonomía (Sahlin , 2005) .
Consiste por tanto en evitar la institucionalización, y situar en el centro de la intervención la capacidad de elección de la persona, siendo la propia persona la que elige los momentos que comparte con los profesionales y la intensidad de la intervención.
En el Sistema Meritorio, el proveer de vivienda en primera instancia sería un fracaso, pues la persona es concebida como no preparada para hacer frente a una vivienda independiente (housing ready).Por el contrario, el modelo Housing First crece de forma más cercana a la exigibilidad de la vivienda por derecho, valorando que muchos de los problemas asociados con el Sinhogarismo pueden paliarse con una vivienda estable.
Housing First se presenta como una metodología flexible y adaptable en cuanto a rango de intensidad, frente a un Modelo en Escalera en el que se establece unos logros y escalas para todos. Para algunas personas, que se encuentran en situación de sin hogar, el establecimiento previo y externo de metas si resulta adecuado a su momento y puede ser requisito indispensable para un desarrollo personal, pero para otras personas en exclusión residencial y social no, resultando incluso contraproducente, por lo que generalizar una forma de hacer y un sistema para todos no nos permite atender la diversidad y multicausalidad de la realidad del Sinhogarismo.
Introducir estas viviendas en la comunidad, fomentado el sentimiento de pertenecer a ésta como un ciudadano más de pleno derecho, frente a la segregación de los recursos residenciales existentes favorece la no estigmatización y la inclusión social.
El hecho de que el renunciar al consumo de sustancias no sea un prerrequisito para acceder al alojamiento o al apoyo, nos lleva a la paradoja de que en muchas ocasiones las personas se sienten alentadas para reducir o incluso eliminar el consumo cuando se encuentran en una situación de estabilidad residencial, cuando saben dónde van a dormir cada noche, cuando hay personas que les acompañan pero no les exigen, cuando tienen su estado de salud cubierto, cuando ya no experimentan reiterados fracasos en instituciones, cuando se empoderan, cuando tienen un lugar donde invitar a la familia, … y un sinfín de condiciones de estabilidad que están relacionadas con la obtención de apoyo y vivienda estable y que alentaría un avance en demás ámbitos vitales.
Debemos tener en cuenta que la adhesión a un tratamiento psiquiátrico no es obligada, pero la seguridad del hogar y la privacidad elimina muchos factores que son la causa de muchas conductas des adaptativas (consumo, agresiones,…) y aumenta la dignidad y el autocontrol, factores que en muchas ocasiones disminuirían la repercusión de la enfermedad mental y produce adhesión al tratamiento (Pleace, n.d.)
Además, la temporalidad de estos recursos, la pululación de uno a otro y los continuos retrocesos a la calle no fomentan el empoderamiento y la autoestima de estas personas que suelen presentar problemas mentales y de consumo, en algunas ocasiones relacionados con este mismo hecho.
La convivencia grupal entre personas con una problemática multicausal tan insidiosa y variada, la normas rígidas establecidas, las fuertes sanciones, los continuos fracasos, la falta de intervención individualizada, su carácter temporal, el control, que no acompañamiento o apoyo a tiempo completo, y demás factores que presentan el sistema en escalera propician las continuas vueltas a la calle de estas personas, y con ello la ruptura con la red de recursos y la invisibilidad ante el Sistema.
Con Housing First se busca que la persona reciba la atención y el apoyo en lo que necesite (cuidados emocionales, actividades de refuerzo, intervenciones multidisciplinares,… cabe destacar que la provisión de vivienda por sí sola en algunas ocasiones no es suficiente para fomentar nuevos procesos vitales) y no se implementan normas inadecuadas al ritmo de la persona, aumentando su capacidad y resistencia a la frustración, aumentando la tolerancia y flexibilizando los límites(Asociaciont4.com, 2016)y se fomenta la adhesión a la red de recursos existentes en su entorno minimizando los daños psicológicos, emocionales y/o físicos relacionados con la causa del ingreso(Asociaciont4.com, 2016)
En la recuperación de la salud mental, juega un papel muy importante el apoyo social, en ocasiones muy reducido o inexistente en personas que se encuentran en situación de exclusión residencial. Un estudio que analizó y comparó las diferencias en la red social y de apoyo de personas que participaron en un programa en base a la metodología Housing First frente a otro grupo que participaba en un recurso en base a la metodología del Sistema Meritorio, un total de 75 participantes, encontraron que los/as participantes de Housing First concebían a los profesionales del programa como pertenecientes a su red social de apoyo y que presentaban menos conflictos y distancia en la relación usuario-profesional. Además, los participantes de Housing First valoraban la estabilidad de hogar como herramienta para restaurar lazos sociales antiguos, por ejemplo familiares. Si es cierto que también referían miedo hacia las relaciones de conveniencia ahora que poseían un hogar. En contraposición, las personas que participaron en el Sistema en Escalera referían que eran menos propensos a desarrollar relaciones sociales nuevas por la naturaleza temporal del recurso(Henwood et al., n.d.). La temporalidad produce en muchos casos inestabilidad, miedo e incertidumbre hacia el futuro.
FEANTSA (2008) destaca que “cuanto más tiempo pasa una persona en un albergue, más dificultades tiene para vivir autónomamente, pues su situación tiende a cronificarse. Además si están obligados a cumplir con ciertos horarios o reglas, las posibilidades de que se produzca una institucionalización de las personas sin hogar aumentan”.
Por ello Housing First se centra en las fortalezas individuales y cree en las personas, en que pueden recuperarse, reclamar y transformar sus vidas a través de la comunidad y sus fuentes de recursos y dirigiendo su propio proceso de ayuda (Bernard, n.d.), a diferencia del Sistema en Escalera en el que no se empodera a la persona hasta el último escalón.
Residir en este tipo de alojamientos temporales no requiere las mismas capacidades que residir en una vivienda autónoma, por lo que no se prepara realmente a las personas a una vivencia en un hogar independiente y autónomo.
Housing First presenta algunos riesgos, pues debemos tener en cuenta que la adaptación a un hogar independiente es una tarea ardua y que puede producir pánico en estas personas o déficit en adaptabilidad a esta nueva realidad, que aunque al resto nos parezcan elementos y situaciones rutinarias, para muchas de estas personas que han pasado tanto tiempo en situación de exclusión residencial resulta difícil de gestionar . Muchos factores pueden causar que la transición sea complicada, por ejemplo la soledad o diversas tareas del día a día en un hogar, por lo que sobre todo al principio y a quien lo necesite, debemos ofrecerle bastante apoyo en este sentido.
El estudio controlado Home/Chez Soi de 24 meses de duración sobre Programas Housing First en cinco ciudades canadienses intentaron identificar las características de los participantes que experimentaron problemas en esta transición y en la inestabilidad de la vivienda, concluyeron que no es posible predecir con confianza qué factores van a ocasionar problemas en la transición y estabilidad en la vida independiente y que proporcionar la oportunidad de una vivienda independiente y fuerte apoyo al principio mediante el ensayo-error suele ser el método más productivo para identificar estos factores de riesgo y gestionarlos(Can et al., 2015).
Además, también puede haber riesgo a un mayor sedentarismo y aumento de consumo al poseer un hogar donde poder permanecer el día entero y no tener que buscarse la vida en la calle. Por ello, debemos poner atención y fomentar la dinamización del ocio y tiempo libre, siempre desde la proposición y no la imposición. La posibilidad y fomento de la autodeterminación hace que yo mismo cree mis objetivos, a través del apoyo y el refuerzo, unido a una estabilidad de hogar, fomenta motivación al cambio.
Cristina Ortega
Psicóloga e investigadora