Por eso escribo: por hablar, y vivo a viva voz, rodando los lugares,
Más hermosos del labio con que escribo, hablo a los hombres, hablo a mí mismo, hablo a los mares, a la tierra, al sol y a la vida.
Y puesto que la puerta estaba abierta salgo al mar a VER bailar las olas, y ver a los surfistas bailando sobre ellas, y a parlar con ellas las olas, testigo soy de la vida y la verdad incierta.
Si escribo, es por hablar abro la puerta y aguardo a un hombre, una mujer y escribo hablándoles despacio, como amigo gesto lento y palabra cierta.
Que estas líneas no arañen los ojos que colmen las manos de amor que serenen el mañana.
Líneas sobrias como el pan trasparentes como el agua cuando me lean dentro de treinta años o más, líneas que quiero quebrar desesperanzara, líneas que quiero que Despejen la serenidad, líneas que balanceen el reposo del alma mía rota de tanto sufrir.
LEOELIM