Duelen los días
Si careces de buena compañía.
Se te clavan como cuchillas
Las traiciones de capilla;
Haciéndose costumbre,
Volviéndose diario
Y cada vez hace más frío
En este invierno cruel.
Dicen los periódicos:
Cualquiera puede apuñalar
Por la espalda, para conservar
Un trabajo que le han impuesto
Por rama familiar.
Nunca supe ser perro faldero
De faraón, dictador o emperador
¡Qué más da el color!
Si son igual de buenos.
Todos competimos por las sobras
Como un puñado de perros hambrientos
Por algo de carne podrida
Y unos huesos osteoporosos.
En la Vía Lactea nadie asume culpas.
Los mamones se las dan de enterados
Y presumen de tontuna.
Cada cual con la suya
Y dios con las de todos.
Ladran los vanidosos
Creyéndose de ilustre cuna
Tiran de la agenda de contactos
Conseguida con unos rabos
Desayunados en un plató.
Con jalea real y tostadas
Mientras debaten sobre ficciones;
Los filósofos bufones,
Conferenciantes de las Cortes.
Sufro de noches rocieras
De la lágrima y la oreja
Al poner la otra mejilla.
Y el karma me da la razón
Poniéndome la cara hecha un cromo.
Me queda el consuelo
Del abrazo de mi almohada.
La cojo tal cariño
Que le doy dos besos
Al despertar de otra pesadilla.
Anuncios de dentistas
Con destilería de balconada.
Cambian de negocio
Para limpiarnos el bolsillo.
Se dan mutua preferencia
Los hermanos siervos comeculos
Que se venden por cuatro duros.
Estamos más cautivos por primos
Y una bomba caerá por allí?
O lo hará por aquí?
Aprieta bien los machos.
¡Haber si conservas la cordura!?
Al pasar la tormenta
Por donde te encontrabas.
Hay sentado un psicópata
En una silla eléctrica,
Con un botón en la mano…
Para la corrida de un onanista
Sodomita y masoquista
De atentar bajo falsa bandera.
Menuda aclaración para un cliente VIP
Con secreto de sumario
De barrendero alfombrero…
¡Y aquí no ha pasado nada!
La memoria se callará
Con el terror y la intimidación,
Harán del mundo un lugar mejor…
Suma, piensa y sonríe
Que Saturno tiene visita
De un tal Martín Clavel…
El viejo se curó de forma milagrosa
Y salió corriendo,
Olvidándose el bastón
el sombrero en la soga,
y la toga de letrado supremo…
guardada en el armario
junto con el resto de cadáveres,
junto con el resto de muertos.
Licenciado Letrinas