Un magullado corazón es lo que te puedo ofrecer. Ni príncipe azul, ni castillo, ni caballo, ni carruaje, lo que ves. Ya ves, las siete llaves me las tragué, y ahora preguntale a San Pedro si se encuentra sereno o quiere seguir haciendo de barquero o de putero de Maribel, ya ves que bien. Solo tengo un cuento chino que robé de un todo a cien, un secreto egipcio que quiso robar la guardia civil, y mis morados le pueden asegurar que civismo bien poco tienen. ¡Qué desastre, vaya caos! No hay rana, ni princesa,¡qué marrón! Y esto todavía ni comenzó, no seré yo quien se quede para saber el final del cuento. Aún estás a tiempo, de dar la vuelta y salir corriendo. Despues de pensarlo es cuando te vendrá el arrepentimiento, y otra vez tendré que salir corriendo tras de ti. ¿Razones de peso? Te diría que se las llevó el viento. ¿Credenciales demostrables? preguntaselas a los que les debo dinero Si empezamos a enumerar, siempre vamos a encontrar, mil motivos para no empezar. Tengo material explosivo; una bomba atómica, un avión solo me falta la tripulación para despegar y el Vaticano como destino y su vergüenza saborearla contigo. Si no te convence el plan Siempre hallaré motivos para largarme de aquí. Licenciado Letrinas