Hoy, quiero contaros algo. Es sobre las GFP –> Ganas, Fuerza y Perseverancia, los tres valores que jamás deberíamos olvidar, pues son el resultado para lograr nuestros deseos, para jamás tirar la toalla, sea lo que sea, siempre existe posibilidad de lograr algo mejor.
Porque Hasiera da bidea. Porque el camino que pisamos y el ritmo al que caminamos lo mancan nuestros pies, y el simple hecho de girarnos para ver lo que dejamos es una decisión errónea, se puede ver, desde lejos, a modo de recuerdo, aprendizaje, sabiendo que un día decidimos romper esas amarras.
Porque un catalán vasco me enseñó que en esta vida hay que ser tonto porque los listos acaban o en la cárcel o en una caja de pino. A lo que yo respondí, y juntos aprendimos la diferencia entre listo e inteligente. Es un debate interesante que, si me lo permitís, os invito a todos a pensar y debatir con vosotros mismos.
Ver a un madridista de pura cepa cantar el himno del Athletic fue algo que me puso la piel de gallina, porque a pesar de todo y todos, las personas son antes que un balón de futbol, antes que una política independentista. Hay muchas personas que también podrían aprender un poco de esto, sobre todo, los que dicen o creen encontrarse en lo alto de la pirámide humana.
He aprendido a romper barreras y estereotipos, a querer con el corazón, y no con la vista, ni el tacto, ni el oído, ni tampoco con el olfato, porque da igual blanco que negro, rugoso que liso, oui que sí, perfume o endorfina.
Me enseñaron como a veces hay que volver a ser un niño para no olvidar las cosas dulces, como un simple juego de Ases puede devolvernos en brillo a los ojos y la holgura a nuestra sonrisa. Que felicidad cuando te vi reír de ese modo. Pero también puede ocurrir que por ser niños juguemos con cosas peligrosas, y nos encontremos en un laberinto sin señal de salida. Errar es de sabios, no hay que gastar fuerzas pensando “porqué me metí en ello” sino “cómo puedo salir”, en las situaciones en las que me encuentro. Y sabes que quizás no te puedan ayudar, eso tiene más valor aún, y tú lo sabes. Seguir vale más que estancarse.
Hay veces que cuidamos nuestro físico por miedo a lastimar nuestro interior, hay cicatrices que nunca dejan de doler. Pero la lucha de un gusano por ser mariposa es real, es más importante lo que nace dentro de la crisálida, una vida, un mundo, un sueño a alcanzar. Como una lucha interna entre el “deber” y el “querer”, entre la cuna y la calle, entre lo bueno y lo malo. Saber vivir lo malo manteniendo nuestra valores, el calor de nuestra cuna, y luchar contra el frio de la calle. también podríamos jugar a los dados con la vida, en un juego de azar que no siempre tiene buenos resultados, pero a veces dejarnos llevar por la corriente relaja y da esa libertad, libera de las responsabilidades que no queremos tomar. Es una decisión tan correcta como cualquier otra. Cada postor decide como jugar sus cartas.
Como todo león tiene mano para cuidar de sus cachorros, y toda tormenta eléctrica guarda su belleza terrenal. Como una cresta en punta y una obra de arte de tinta negra incrustada en sangre y dolor puede guardar un corazón tan noble y puro que conmueve cada día un poco más. Lo que lucharon nuestros ancestros, por una Europa unida, hoy solo es una sucesión de espacios independentistas. Cada uno mira por sí mismo. Y el libre tránsito se convierte en papeles amarillentos rasgados por el tiempo, que al final no dicen nada.
Que decir del equipo, profesionales muy grande, y personas espectaculares. Que me han enseñado que se puede tratar lo intratable y como soportar lo insoportable. He aprendido que por muy malo que sea el pasado, siempre hay una salida. Sólo hay que seguir caminando. Que hay mucha gente que está peor que nosotros, y nos obcecamos en nuestro propio ombligo, hay que luchar por el que menos tiene, para así conseguir una humanidad más libre y unida. La vida es una caja de bombones, siempre existe la posibilidad de que des con el que te gusta.
Gracias por todo lo que he aprendido con vosotros y por haberme dejado enseñaros lo mucho que no se, y lo poco que puedo dar, por ayudarme a cambiar estereotipos erróneos, que reconozco que tenía, y por ofrecerme esa nueva oportunidad para mejorar.
Sheila Ibáñez
Psicóloga en prácticas Centro Hasiera