Nostalgia es mi octavo pecado capital.
Mi fluorita a mi falta de memoria.
Octogenaria familia del Temple,
Cuando resultó peligrosa su compañía
Por la Hoguera fueron desfilando.
La iglesia aseguraba con ello su Reinado,
Pues eran los únicos mercenarios
Que disponían de un conocimiento Oculto.
El pueblo un tiempo ignorante
Dejado en las sombras de la superstición,
Para que el vudú sea efectivo
Es necesario que la víctima crea en el hechizo.
De entre la oscuridad quiso el destino guiñar
Con un rayo de luz mi caminar.
Todavía arrastro secuelas
Pero con el tiempo voy aprendiendo,
Pues mis pensamientos son enemigos
De sentir el ahora mismo
Como si no hubiese futuro.
Quiero vivir el presente lo mejor posible.
No pienses en cómo será mañana
Pues viviendo el presente será como hoy.
Todo lo que tengo te lo doy
Todo lo que doy es lo que soy.
Todo lo que me ilumina.
Todo lo que me oscurece
Es lo que ves porque yo te lo muestro.
Desnúdate de la misma forma,
Hazlo sin quitarte la ropa.
Me excitan más tus pensamientos,
Lo que escondes a los demás.
Si me invitas a ser cómplice
Te estaré agradecido y seré consecuente.
Viviendo el presente, un feed-back constante.
Quiero a tu lado entrar en trance
Y no salir de él hasta que una sonrisa satisfecha
Sea la que delate nuestro estado de dicha.
Así era nuestro amor adolescente
Sin mañanas en los que pensar.
Nos dejábamos arrastrar por la noche,
Nos desnudábamos el alma a la llegada del Alba.
Iluminadas las ganas nuestras sombras se evaporaban.
La vergüenza no osaría asomar sus fauces.
Solo intento ser un cero
Para que ninguno seamos el uno.
Busco que mi movimiento
Te invite a ser otro cero
Y en la simbiosis un ocho.
Un amor eterno, algo infinito.
Seamos títeres de nuestro sueño.
Te doy mi consentimiento
Para que uses mi cuerpo
Si tu intención es buena me basta.
Tu amor desinteresado
Me llena si te veo interesada
En colmar de besos mi piel;
En sanar mi tristeza con tus caricias.
Una grata compañía entre tanta desidia.
Que rabia me da sentir esta Nostalgia,
Pues me obliga a pararme
En medio del camino
Y preguntarme dónde voy.
Al responderme que a ninguna parte
Una sonrisa me vino al rostro.
Al darme cuenta que tenía todo mi tiempo
A merced de diseñar la forma de enamorarte.
Que suenen por fin campanas en mi corazón,
Mi amor felino igual de mimoso que rabioso
Se mezcla con la nostalgia de verme sin ella
Pero con ganas de conocer a otra viajera,
De carácter aventurero e intrépido
Que también quiera estar en un solo lugar.
Tres manzanas traigo y para otra
Mis venas cuya sangre destila en tinta
Para decirte de forma escrita
Lo que con mis palabras te enrojecería.
Al oírlas con tanto quebranto,
Con un rumor de sauce viejo
Regué mi corazón para que de él
Un cerezo floreciera
Después de un invierno
Con nieve en Bilbao.
Con carácter de roble
Dicté mi propia ley
A la sombra de un sicomoro.
Mis dos amores despechadas
Buscaron consuelo en árabes
Y puede que fuera más creyente
El que venció a los celos
Por considerarlo un veneno
Un antiguo diseño viral.
Licenciado Letrinas