Condena: Ni ayudas ni préstamos para poner un negocio. Razón: Deuda perpetua. Tiempo de condena: Para siempre

Barrio de San Francisco, Bilbao.

Esta es una carta que escribí a un banco de banca ética, que explica una problemática que tengo:

Llevo algún tiempo intentando buscar un baserri con una pequeña parcela (de unos 2 km cuadrados) para poner una huerta y vender los excedentes. También, para dar la oportunidad a la gente que no puede vivir en el campo y a los que pagan las cestas, de visitar la casa, trabajar la tierra, y disfrutar de un fin de semana en el campo, aprendiendo de paso un poco. “Ecoturismo” creo que lo llaman ahora.

Aunque a mi me gustaría más profundizar en esas relaciones y, por qué no, contagiarles el virus de la vida campesina a baserritarras que aún no saben que lo son. Algo más allá de simple turismo para hacer caja.

El tema es que no tengo dinero para comprar uno, ni posibilidad (ni ganas) de meterme en un macro aval que me esclavice de por vida a un banco. Yo lo que quiero es alquilar algo. Tampoco me planteo alquilar un terreno y vivir fuera de él pues mi proyecto va más encaminado a un estilo de vida que al mero negocio.

A veces hasta me he planteado expropiar una casa/finca a la que no se le esté dando un uso adecuado, dejándola morir, y okuparla. Pero tirar adelante solo con esto es difícil. Tenía apalabrado un baserri con una pareja en Ibarrangelu, y los tìos se han echado para atrás porque han visto la posibilidad de sacarle más pasta, y me están presionando para que pague más. Pero no voy a entrar en ese juego. Ya les he dicho que se busquen a otro. A ver a quien empaquetan su baserri ahora…

En fin, ando desesperado. Poner una huerta, a parte del alquiler, requiere de una inversión, que no es muy grande pero a la que no llego. Yo actualmente cobro la RGI, pero quiero valerme por mi mismo. En todo caso, debido a mi pasado y a mis muchas deudas con bancos, Diputación etc… Nadie quiere ayudarme en mi proyecto. Para mí no hay préstamos ni subvenciones.

Se que en mi pasado no hice bien las cosas, pero también creo que me merezco otra oportunidad. Solo tengo una “deuda perpetua” con bancos y Diputación, que solo me genera intereses y más deuda. Para mí inasumible. Si fuera una deuda hipermillonaria seguro que me la condonarían, como hicieron con los defraudadores a hacienda, pero por desgracia no es mi caso. Yo solo debo alrededor de 10 mil euros. Pero ni siquiera quieren refinanciar la deuda. ¿Alguna institución me va a decir como coño lo voy a pagar si las cuotas que puedo dar solo cubren los intereses?

Lo dicho: Es lo que se llama una deuda perpetua. Que NO ME DEJAN, pero que a mi me gustaría finiquitar. Llevo mucho tiempo ahorrando de mi RGI a base de muchos sacrificios. Pero así voy a tardar mil años en poner en marcha mi proyecto.

Yo solo quiero salir de la calle y volver a sentirme una parte útil de está sociedad. No quiero depender más de la RGI. Pero nadie contrata a un ex-yonky sin ninguna experiencia laboral, y mucho menos se le va dar ayudas para poner en marcha una empresa. ¿Me tengo que resignar a vivir de ayudas toda mi vida? ¿A volver a la calle cuándo algún lumbreras de Lanbide (como ya me pasó el año pasado) decida que ya no me merezco la RGI? Ustedes hablan de no dar peces, y de enseñar a pescar. Yo ya sé pescar. Soy de familia de agricultores y he hecho cursos de agricultura ecológica y permacultura.

Por favor denme una caña para que no tenga que pescar con las manos vacías. Esa es toda mi idea. No sé si me podéis echar una mano. Gracias por leerme de todas maneras. Para mí ya es mucho, puesto que en algunos sitios ni a eso se dignan.

Jose Luís, El Flautista.

 

Facebook Twitter Stumbleupon Delicious More More More
elcorreo.com

EN CUALQUIER CASO TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS:
Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa.