Diálogo en Acompañamiento Social.

 

Conexiones con el arte. San Francisco, Bilbao.

La Asociación T4 de Bilbao trabaja desde el año 92 con la misión principal de mejorar tanto la esperanza como la calidad de vida de las personas que viven con vih-sida.

¿Cuando apareció vuestro centro? ¿En qué ha cambiado?

En el año 2003 comienza a funcionar un nuevo programa en la asociación, un centro de incorporación social dirigido a personas en situación de exclusión. Tras 3 años de funcionamiento se plantea en la entidad un proceso de reflexión de mirada hacia dentro y hacia fuera y junto con otras entidades (Itxarobide, la Comisión Antisida otras entidades del Tercer Sector) y el hospital de Basurto (hospital de referencia en Bilbao) se elabora en el 2007 un estudio de necesidades que se presenta a DFB. Gracias a la confianza y el apoyo depositado en T4, la Diputación Foral de Bizkaia ofrece la posibilidad a la entidad de elaborar un proyecto que dé respuesta a las necesidades detectadas. Es a finales de 2008 cuando Atsedena se convierte en una realidad.

Un recurso residencial de alojamiento de corta estancia y alta intensidad de apoyo donde se presta una atención integral y se garantiza la continuidad de cuidados sanitarios de bajo nivel iniciando y/o continuándose procesos de acompañamiento social de forma individualizada dirigido a personas con grave problemática social y/o necesidad de apoyo funcional y social de forma temporal que, tras un ingreso hospitalario favorezca la garantía de éxito de los tratamientos que le han sido prescritos, y a su vez evitar los reingresos hospitalarios.

Un año más tarde, finales del 2009 y ante la necesidad de atender a aquellas personas que presentaban una situación cronificada se procede a la apertura de Aukera, Unidad de similares características que Atsedena pero de estancia indefinida.

¿Cómo habéis cambiado motivados por la evolución del VIH?

Sobre todo a través de un proceso de escucha y observación continua de la realidad, avanzando en la colaboración con otras entidades, hospitales…, participando en diferentes redes, basando nuestro trabajo en la alta tolerancia, la alta intensidad de apoyo y generando equipos multidisciplinares con el objetivo de conseguir una atención integral.

¿Por qué situación económica pasáis?

Estamos trabajando duro e intensamente en esta crisis puesto que nuestro objetivo es salir reforzados de ella. Nuestro trabajo, esfuerzo y fomento de buenas prácticas, junto con la confianza, el apoyo y el respaldo de la Diputación Foral de Bizkaia nos está aliviando los duros momentos de cambio en el mapa institucional, en el mapa político, en el mapa económico. Queremos salir reforzados y a pesar de ser un momento duro, creemos que con trabajo, dedicación y esfuerzo, saldremos adelante. Hemos vivido ya momentos muy duros anteriormente en T4, y el apoyo mutuo, la solidaridad entre programas, y el buen hacer nos han hecho continuar y seguir adelante innovando, adaptándonos, sin dejar de crecer tanto en personal y volumen económico como en programas punteros a nivel nacional y europeo.

¿Que habéis aprendido en el centro?

Aprender a vivir con las consecuencias de las propias decisiones, el valor de la escucha, del apoyo mutuo, apostar por aunar cantidad de vida y calidad de vida, el valor de la vida, la capacidad de lucha y superación, la importancia de una muerte digna y en paz, la importancia del trabajo en equipo….

¿Qué has aprendido tu personalmente?

Me incorporé a T4 en el 2003 con la puesta en marcha del Centro de Incorporación Social y desde esa fecha todos los días aprendo de la importancia de respetar los procesos, los deseos y las decisiones de las personas con las que me relaciono. El trabajo de acompañar en su toma decisiones, respetarlas y acompañar en las consecuencias de las mismas, aunque a veces resulta duro porque puede no coincidir con tus objetivos, es un aspecto que fomenta la dignidad y la autonomía de la persona.

Cuéntame un éxito vuestro y un fracaso

La posibilidad de crear estos centros ya lo considero un éxito en sí mismo y en cuanto a fracaso, no lo veo tanto como un fracaso pero sí como aspectos a mejorar podrían ser el fomentar la coordinación y el trabajo con el resto de hospitales de Bizkaia, no solo con Basurto, el avanzar en la atención de aquellas personas con patologías psiquiátricas graves y el conseguir la consolidación de los equipos de trabajo, que sean sólidos y estables.

¿Se consigue la reinserción la mayoría de veces?

No solemos utilizar la palabra “reinserción”. Las personas que viven el día a día junto a nosotros-as forman parte de la sociedad, aunque estén en muchas ocasiones apartadas y relegadas a un segundo plano. Ellas y ellos son parte de la sociedad, están insertos e insertas, lo que intentamos es que puedan, por sí mismos-as, volver a ocupar el lugar que les corresponde y que un día perdieron. Insertar o reinsertar para nosotros-as es entender que la persona tiene derecho a acceder a sus derechos, y que es consciente de las obligaciones que le atañen para con el resto de personas con las que convive. Muchos de esos derechos son difíciles de entender y respetar, como el derecho a consumir, a cuidar de su salud y a la vez vivir en la calle, a asumir un tratamiento médico y después tomar alguna sustancia… Intentamos que la persona obtenga el lugar que le corresponde como persona en la sociedad habiendo sido informada, formada, apoyada. La última palabra, la última responsabilidad es de la persona… ella o él elige dónde y cómo quieren estar. Lo interesante y necesario es que la persona pueda contar con las herramientas y apoyos suficientes como para hacerlo en las condiciones adecuadas…

¿Controláis el consumo de vuestros usuarios cuando están fuera el centro?

Dentro de los planes de atención individualizados que elaboramos con las personas que atendemos, el consumo en activo de sustancias no está penalizado. Sí se establece el criterio de respetar no consumir en el centro ni introducir sustancias en el mismo, sobre todo por respetar a aquellas personas que deciden no consumir y por facilitar la convivencia.

Cuando las personas están fuera del centro no “controlamos”. En lugar de trabajar desde el control intentamos hacerlo desde la información, la sinceridad y la confianza. La prevención, la alta tolerancia con una alta intensidad de apoyo, la escucha y el diálogo, tratan de ser herramientas de nuestra intervención diaria. No controlamos, pretendemos ser apoyo, referente. Creemos que es el gran secreto, y a la vez el gran éxito de cualquier política de intervención. Intervenir no es controlar. Es apoyar, y fomentar el autoapoyo en aras de una sociedad más justa, más solidaria, más auténtica. En la medida en que (nos) apoyemos más, (nos) acompañemos más, y (nos) prevengamos más… desaparecerá más ese “control”. Tratamos de devolver la responsabilidad a quien le corresponde: la persona que tenemos en frente. Creemos que, en esto, ha residido en gran parte el éxito de nuestro recurso, y el éxito de las relaciones establecidas con la administración, con la DFB, y con los hospitales. Hemos llegado a este consenso, a este acuerdo, coincidiendo en esta forma de entender el acompañamiento social.

 

Iratxe Etxebarria Fernández Coordinadora Unidades Residenciales Atsedena – Aukera

iratxe@asociaciont4.org

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