Como resultado de mi trabajo en el Máster de Drogodependencias y otras adicciones de la UD os presento el siguiente resumen y aproximación a mi tesina.
Se trata de presentar y argumentar la validez del modelo de tratamiento de Minnesota originado en los Estados Unidos en los años cincuenta.
Sus planteamientos han servido para desarrollar programas de rehabilitación para alcoholismo y otras drogas en el mundo. En estos modelos se estructura la atmósfera terapéutica para ofrecer el apoyo profesional y la guía necesaria para alcanzar las metas de tratamiento. Es un enfoque integral y multidisciplinario, orientado hacia la abstinencia y basado en los principios de los Doce Pasos. Los principios de Alcohólicos Anónimos (AA) y Narcóticos Anónimos (NA) son fundamentales. El modelo aboga por el concepto enfermedad sin cura, pero con recuperación, siempre y cuando se adhiera a las propuestas del programa. Con el tratamiento se pretende alcanzar dos metas a largo plazo. La primera, la abstinencia del alcohol y/o otras drogas. La segunda, una vida de calidad con salud física y emocional. Para lograr las metas a largo plazo, se trabaja con las metas a corto plazo que son:
1. Ayudar al adicto y a su familia a reconocer la enfermedad y sus consecuencias en su vida.
2. Ayudar a la persona a admitir que necesita ayuda y convencerse que podrá vivir una vida constructiva con la realidad de una enfermedad que no tiene cura.
3. Ayudar a la persona a identificar cuáles son las conductas que tiene que cambiar para poder vivir con la enfermedad en una forma positiva y constructiva.
4. Ayudar a la persona a traducir su entendimiento en acción para desarrollar un estilo de vida diferente. El modelo Minnesota incluye un programa de Cuidado Continuo desarrollado y estructurado como red de apoyo para la persona en recuperación.
Justificación y Antecedentes
Las razones para dar a conocer este método se basan en la creencia y la constatación de la importante eficacia del mismo. Para empezar, por el carácter integral del tratamiento, que es algo que no existe en el entorno actual de investigación en drogadicciones.
La falta de coordinación entre recursos de ayuda a la lucha contra la adicción, deshumaniza lo que debería de ser un trato individual y continuo y claramente personalizado. Esta carencia que se puede apreciar viene dada, más que nada por causas económicas que no permiten simultanear y conseguir sinergias entre recursos sino que acusan los trámites burocráticos con la consiguiente pérdida de tiempo y de oportunidades tan importantes para quien espera recibir un tratamiento para dejar las drogas. Es un hecho comprobado que quienes tienen poder económico para acudir a un centro privado se benefician de los resultados positivos de su aplicación mientras muchos tienen que renunciar a ellos por falta de recursos suficientes.
La precariedad de los recursos sociales, primeros damnificados en las crisis económicas, hacen difícil la aplicación de un método como este pero sería bueno establecer como propuesta viable la unión y sincronización de estos recursos para acercarlos en la medida de lo posible al método Minnesota. Con este propósito se procede a la descripción pormenorizada del mismo acompañada de testimonios personales y bibliográficos. Se presentan a lo largo del trabajo diferentes aspectos clínicos de la atención terapéutica con pacientes adictos al consumo de sustancias. Se refiere al trabajo en clínicas de tratamiento especializadas, a las intervenciones psicoterapéuticas individuales y de grupo, al modelo de atención Minnesota, a los diferentes niveles terapéuticos y a aspectos éticos en el campo de las adicciones. Se explicará el Modelo Minnesota desde diferentes puntos de vista, seguido por los testimonios de quienes lo aplican y de un cuestionario realizado a pacientes rehabilitados a través de un grupo de una red social de Internet.
El objetivo es ofrecer una visión global desde el punto de vista de los usuarios del método, tanto de los profesionales que lo aplican como de los pacientes que lo reciben. La razón fundamental de esta investigación se centra en la esperanza de que pueda llegar a aplicarse desde las instituciones públicas un método con una historia de buenos resultados en la lucha contra la enfermedad de la drogadicción.
Begoña García Galarza, licenciada en comunicación y Máster en drogodependencias.
garciagalarza@gmail.com