Curiosa forma de empezar a escribir un post, pero de verdad creo que de primeras tengo que pedir perdón por permitirme el lujo de escribir de la prisión. Yo que no paso más que unas horas a la semana allí estoy ahora delante del ordenador tratando de hacer llegar a los demás lo que significa estar allí, trabajar en la cárcel.Una vez hecho esto, siento como la carga sobre mis hombros, esa presión, se va desvaneciendo. Ahora sí, puedo continuar.
Como decía, me voy a permitir el privilegio de escribir sobre la prisión; en concreto del Proyecto de responsabilización en la prisión de Zaballa (Álava). No pretendo que sea un post técnico, ni moralista, no trato de convencer a nadie; simplemente quiero explicar cómo se ve desde este lado.