Desde Bidesari hace unos meses hemos iniciado una campaña para que nuevas personas se hagan socias. Es complicado porque las personas asocian la palabra “socio” a tener que rascarse exclusivamente el bolsillo. Esto en los tiempos que estamos viviendo es muy complicado.
Si a eso le sumamos que trabajamos por la inserción de personas presas, especialmente drogodependientes e inmigrantes, la situación se complica un poco más. Nos llegan mensajes de muchos medios, que luego la ciudadanía reproduce tales como “se lo merecen”, “ellos se lo han buscado”, “que se vayan a su país y dejen de vivir de las ayudas de aquí”, etc.…
En estos meses que voy logrando que amigos/as y conocidos se planteen ser socios de Bidesari, me planteo como reto que conozcan una realidad que está escondida. Muy pocas personas han pisado alguna vez una prisión y más importante aún, conocen a personas presas, y su realidad.
Yo siempre hablo a mis amigos de mi trabajo dentro y fuera de prisión en Bidesari, y no para aburrirles, sino que pretendo hacerles llegar lo que no se suele ver ni escuchar.
Me gustaría que las personas que se hagan socias de Bidesari y aporten una cantidad económica (sea la que sea) conozcan más a fondo esta realidad y que dieran a conocer el gran trabajo que hace Bidesari.
De este modo, haríamos extensible a toda la sociedad, algo que descubrimos los que trabajamos en el ámbito socioeducativo desde hace ya más de 15 años, y es que la persona presa es responsable de los delitos cometidos, y a su vez tiene potencialidades para cambiar e iniciar un estilo de vida positivo para él y toda la sociedad, siempre y cuando los demás creemos las condiciones necesarias para que este cambio se produzca.
Yo siento, que las personas que finalmente sean socias podrán también ser esa voz que disienta en la calle cuando alguien despotrique de las personas presas sin conocer a fondo la realidad, aportando otro modo de ver las cosas fundamentado en un conocimiento directo obtenido en este caso a través de su participación como socios en Bidesari
Las prisiones no están pobladas de asesinos (que los hay), sino de personas pobres que llevan desde muy pequeños envueltos en círculos de exclusión social, de los cuales es muy complicado salir. Cada vez más, vemos en los medios, como las personas con grandes medios económicos y con grandes delitos no pisan las prisiones, mientras que los que menos tienen lo hacen casi a diario.
Es cierto que la pobreza no le exime a nadie de su responsabilidad social, como del mismo modo es cierto que la inmensa mayoría de las personas pobres no cometen ningún tipo de delito, esto choca también con el discurso interesado que en nuestros días se va filtrando a través de algunos medios de comunicación donde se quiere hacer creer a la sociedad que pobreza y criminalidad van de la mano (criminalización de la pobreza). Para salir de los círculos de la exclusión social son necesarias políticas por parte de las administraciones publicas decididas que garantizen unos servicios sociales orientados a acompañar a las personas hacia un horizonte de autonomía personal. A su vez cada ciudadano/a tenemos en nuestra mano pequeñas posibilidades para recrear entre todos una sociedad más inclusiva, es responsabilidad de cada uno descubrir cuáles son esos pequeños compromisos que podemos adoptar para contribuir a este fin.
Por todo ello a las personas antes que plantearles que se hagan socias sí o sí, les comento que estoy abierto a conversar con ellas y contarles nuestro trabajo. Abrir las puertas de nuestra asociación y que luego ellas decidan..
Si vas a ser socio/a y a aportar una cantidad económica, tienes que conocer antes quien lo gestiona, para que y por que.
Más importante que la cantidad que comprometo como socio es como doy esa cantidad. Yo estoy pidiendo a amigos que aporten 1 euro al mes (12 zuritos anuales), además va a ser una buena excusa para que yo les cuente en que andamos y siempre abiertos a que participen activamente si lo desean.
Nos estamos moviendo en un escenario diferente y participar a nivel ciudadano transformando la sociedad es necesario y nos va a enriquecer a todos como personas.
Si vas a ser socio de Bidesari, te rascarás algo el bolsillo, pero también rascarás el bolo diciendo…”esto no es lo que me habían contado”
¡No dudes en llamarme!…..yo te cuento y luego…!tú decides! Mi mail es myuste@bidesari.org
MIGUEL YUSTE. Educador social de Bidesari