Conocí a la asociación de Bidesari por medio de un curso que la universidad nos ofreció sobre personas privadas de libertas, impartido por profesionales de Biderari. Fue un curso de un mes de duración aproximadamente, este curso me gusto tanto y me llamó tanto la atención que acudí a la asociación para ser voluntaria.
Comencé como voluntaria en el piso de acogida, conocí a los diferentes usuarios que residían en el piso, hacíamos diferentes actividades con ellos, pero creo que la que más cosas me ha aportado sin duda, es la de hablar con ellos de diversos temas de la vida diaria. La sociedad en general, tiene una imagen de este tipo de persona algo distorsionada de la realidad y el haber podido tener la oportunidad de pasar parte de mi tiempo con estas personas creo realmente que ha sido una experiencia que me ha aportado más cosas de las que pensé cuando decidí comenzar mi voluntariado.
Esto es una parte de la experiencia, ya que no solo conoces a las personas usuarias, sino que conoces a más personas voluntarias de las cuales me he encontrado con personas realmente interesantes y que creo que pueden aportar muchísimo, también están las personas empleadas, es decir, los educadores/as sociales, los cuales me han tratado como a uno más, siempre disponibles por si tienes algún problema o necesitas cualquier cosas. Aprovecho estas líneas para darles las gracias por todo ello y animo a cualquiera que tenga oportunidad a dar un poco de su tiempo a esta experiencia que realmente merece la pena.
Myriam Garcia.
Voluntaria en el piso de acogida (Aldatzen) de Bidesari.