Salí con el artículo 182 que me condicionaba a seguir con el tratamiento de mi adicción a las drogas fuera del régimen penitenciario. Fue gracias a la organización Proyecto Hombre (Fundación Gizakia) y a la persona que me recogió en la puerta, era la responsable de llevar los grupos de terapia dentro de la cárcel, desde aquí mis agradecimientos.
Agradecimiento por conseguir con su trabajo sacarme de la cárcel y ayudarme a encuentra un piso de acogida (Bidesari) de acorde con lo que eran mis objetivos.
La primera vez que había oído la palabra Bidesari fue cuando entraba un señor llamado Paulino en la cárcel y todo el mundo se le echaba encima; ahí entere que ese señor iba en representación de una organización llamada Bidesari
Ya en el piso de acogida me encontré con unos profesionales de los pies a la cabeza, de hecho me sentí como en mi propia casa desde el primer día.Fue gracias a la profesionalidad encontrada allí que empezó a aflorar la idea de superar mi adicción a las drogas porque todo lo anterior era tan solo una farsa para salir de la cárcel.
La tarea de la superación ha sido ardua y todavía no se ha terminado; ahora bien, estoy contento con el resultado conseguido hasta ahora. Orgulloso por el trabajo hecho y agradecido por tanta herramienta que me ha proporcionado Bidesari y a las que recurro cada vez q haga falta. Contarles entre otras cosas, que he sacado el acceso a la universidad estando en el piso de reinserción de Bidesari. Ahora coqueteo con la elite intelectual en la universidad sacando una carrera.
¿Quién lo diría? Un toxicómano (busca vidilla) en el barrio de san francisco y ahora reinsertado y sacando una carrera.
Lo más importante es haber recuperado mi dignidad como ser humano disfrutando de la vida y de los míos sin olvidar jamás lo relevante que ha sido Bidesari en todo esto.
Os emplazo para la próxima ocasión porque la historia es larga y entraré en más detalle.
Un saludo a todos y todas los voluntarios/voluntarias. Educadores/ras, los de la oficina
Laudoco