CAMPO DE TRABAJO DE BIDESARI 2011 “EL TERCER ELEMENTO”
Al pensar en personas presas uno puede pensar que nuestra intervención solo se centra en la propia prisión, pero no es así. La apuesta educativa que plantea nuestra asociación es acompañar a la persona en todo su proceso, proponiéndola un itinerario educativo completo. De este modo contamos con recursos educativos dentro y fuera de la prisión para lograr la resocialización de la persona. En todo este proceso no solo nos vemos inmersos los profesionales de Bidesari y las personas presas, sino un tercer agente de vital importancia para nuestra asociación y para la tarea que desempeñamos: el voluntariado.
¿De qué hablamos cuando hablamos de voluntariado?
Para “Bidesari” es hablar de ese acercamiento necesario que tiene que darse entre las personas presas y la sociedad, para que las personas que ya han sido juzgadas y castigadas puedan reconducir su existencia y ser capaces de llevar un estilo de vida diferente al que le arrastró a la cárcel.
La persona voluntaria apuesta por la otra persona, la cree digna, y quiere creer en su cambio y estar cerca acompañándola en su transformación.
Todo ello implica dedicar tiempo, ser paciente, aceptar fracasos, percibir cambios a veces lentos, a veces rápidos, pero sobretodo estar dispuesto a eliminar prejuicios y creer en la transformación de la persona.
Todo esto que suena muy bien, es muy complicado y este tipo de actitudes no son lo más comunes en nuestra sociedad.
Estamos inmersos en una sociedad donde las personas presas no están para nada bien vistas, ya que además de ser juzgadas por los tribunales, a menudo vuelven a ser juzgadas también por la propia sociedad. Una sociedad que en ocasiones estigmatiza a todo un colectivo por determinadas acciones, noticias que escucha y que no le permite ser objetiva con las situaciones que muchas personas están viviendo.
”Bidesari”, por el contrario, cree necesario un acercamiento hacia la persona presa, conocer su historia personal y posibilitarle herramientas educativas para que ésta cambie de estilo de vida. Esto no le exime a la persona presa de su responsabilidad, de hecho nuestra apuesta educativa es siempre que la responsabilidad última sea de la persona, pero sí nos tiene que hacer reflexionar, para que posibilitemos puentes que fomenten la integración y no generar nuevos focos de exclusión que le impidan o le pongan más trabas a esa persona para poder volver a optar hacia una nueva vida.
La experiencia nos dice en todos estos años, que cuando existen espacios educativos donde se comparten distintas actividades entre todos, la visión de unos y de otros comienza a cambiar, y es muy enriquecedor.
La persona presa empieza a sentirse la verdadera protagonista de su vida y ser consciente de que en ese proceso tiene que estar dispuesta a esforzarse para desarrollar cambios significativos en ella. De ese modo se va rompiendo con ese victimismo, que frecuentemente a la persona se lo produce el mismo medio penitenciario, y que en muchas ocasiones es un factor que no le permite salir hacia delante.
Por otro lado las personas voluntarias, vienen a representar a esa pequeña parte de la sociedad que antes de estigmatizar sin conocer, es capaz de acercarse a la persona, son conscientes de la necesidad que tienen las personas presas de estar acompañadas en su proceso educativo para así poder iniciar cambios significativos en sus vidas.
En esta interrelación ambos grupos crecen, porque las personas presas encuentran a personas que están dispuestas a estar cerca de ellas (elevando su autoestima) y así eliminar ciertas resistencias que tienen al salir de la prisión. Perciben que esos estilos agresivos que a menudo se dan en la prisión y que son mecanismos de defensa ya no son necesarios, y encuentran a personas que les invitan a ser responsables de sus vidas y a desarrollar nuevas actitudes y conductas que además de ser necesarias sienten que les aportan nuevos elementos en su vida.
A su vez, las personas voluntarias se dan cuenta que en muchas facetas de la vida podemos reconocernos en el otro y no existen tantas diferencias como a veces nos quieren hacer creer.
Dentro de los distintos espacios educativos con los que cuenta “Bidesari”, uno de ellos es el campo de trabajo, una experiencia que quiere ser una invitación para aquellas personas que quieren vencer esos miedos (que además son comprensibles porque desprendernos de nuestros prejuicios y de lo que nos rodea a veces es complejo) y acercarse a una realidad que cuando la conozcan no va a ser como se la imaginaban.
Hay que olvidarse de las películas, de los trajes a rayas, de las bolas, de los matones…, porque a veces tristemente de una u otra manera siguen estando presentes. El único modo de romper esta visión es acercarse a esta realidad, olerla, tocarla y juzgarla por uno mismo desde su propia vivencia.
El campo de trabajo se desarrollará en el Monasterio de Zenarruza (Bolivar- Markina) entre los días 4 y 12 de agosto y se estructura de la siguiente manera:En las mañanas, trabajamos en diferentes actividades para el cuidado del Monasterio, mientras que por las tardes, tenemos diferentes propuestas de ocio y tiempo libre variado.
Por último en las noches solemos tener espacios para la reflexión y para desarrollar alguna velada.
El primer día tenemos un espacio de formación para aquellas personas que realizan por primera vez el campo de trabajo, con el fin de que tengan un acercamiento a dicha realidad y conozcan nuestra forma de trabajo.
Las personas presas que acuden a este campo de trabajo, ya vienen desarrollando un trabajo educativo dentro de la prisión y a su vez participando del Proyecto de Fines de Semana, de manera que ya salen con una preparación y se encuentran en ese punto cercano a su salida de prisión para seguir iniciando su tratamiento fuera de ésta. A su vez una parte de los voluntarios viene trabajando durante todo el año con estas personas, de modo que la persona que acuda por primera vez va a estar acompañada por profesionales y voluntarios de la asociación.
No queremos desgranar todas las actividades del campo de trabajo, sino haber generado cierta curiosidad por un mundo que no tiene nada que ver como nos lo suelen pintar. Y para ello solo hay una manera de hacerlo, acercándose a él.
Si estás interesado puedes ponerte en contacto conmigo por mail myuste@bidesari.org o en el teléfono de Bidesari 94 421 09 17. Puedes apuntarte a esta actividad hasta el 15 de julio como fecha limite, las plazas son limitadas. Durante la primera quincena de julio haremos una pequeña presentación de esta actividad en los locales de la asociación con todos aquellos que os hayáis puesto en contacto y queráis participar.
Os esperamos!
MiguelYusteAyarzagüena
BIDESARI
C/ITURRIZA Nº 4 ENTREPLANTA
TFNO: 944 21 09 17
48003
BILBAO
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