Llevo 9 meses en el Proyecto Berrituak de Bidesari. Un proyecto que trabaja con personas que se encuentranalmente estas personas vienen con un camino recorrido, de modo que esa inserción ya lleva tiempo trabajándose, pero esta es la fase donde las personas trabajan más su autonomía y protagonismo porque han realizado un trabajo personal y grupal que les permite contar con herramientas para poder cambiar de estilo de vida.
Acompañamos a estas personas un equipo de educadores, para que las diferentes áreas (personal, socio- laboral, familiar, ocio y tiempo libre, económica…) que conforman su vida se vayan integrando de la mejor manera.
…REMATAR LA JUGADA
ERAIKITZAILEAK GARA.
Duela 4 urte erakunderen batean bolondres sartzea pentsatu nuenean, ezagutzen nituenen artean zeinekin etor nintzatekeen bat galdetzen nion nire buruari. Aurretik Giza Eskubideen talde baten parte izan nintzen garapenerako GKE batean, batez ere Kolonbian izaten ziren bortizkeriak zalatzen zituena, eta SOS Arrazakeriatik antolatzen zituzten jardueretatik gertu izan nintzen baita. Baina gogotsu nengoen bazterketa egoeran dauden pertsonekin lan zuzenean aritzeko. Bidesarik preso dauden pertsonekin egiten zuen lana ezagutzen nuen gutxi gora behera. Eta Miguel ezagutzen nuen, asteburuetako proiektuaren arduraduna, eta horrek hurbilketa errazten zuen zalantzarik gabe.
Hasieratik positiboki harritu ninduen taldearen parte egiten zuten persona guztien konpromezuak. jarraitu irakurtzen
Somos constructores
Cuando hace 4 años pensé en implicarme en alguna asociación como voluntaria, me preguntaba en cuál de las que conocía podría encajar mejor. Antes había participado en un grupo de Derechos Humanos dentro de una ONG de Desarrollo que principalmente denunciaba los atropellos que continuamente se producían en Colombia, y también había estado vinculada a las actividades que realizaban en SOS Racismo. Pero creía que era el momento de involucrarme en la acción social directa con el colectivo de personas en exclusión. Conocía a grandes rasgos el trabajo de Bidesari con las personas presas y, además, conocía a Miguel, responsable del proyecto de fines de semana, y eso sin duda me hacía más fácil el acercamiento.
Desde un principio me sorprendió favorablemente…seguir leyendo .
CAMPAÑA “YO CORRO POR BIDESARI”
CAMPAÑA “YO CORRO POR BIDESARI”
Como ya sabéis, hemos iniciado una nueva campaña de sensibilización para visibilizar nuestra labor. La campaña “Yo corro por Bidesari” (http://bidesari.org/2013/05/yo-corro-por-bidesari/) consiste en participar y sumar Kilometros por Bidesari mediante entrenamientos y carreras. Contamos desde el mes de Mayo con un cuentakilómetros en el que se van sumando todas las pruebas realizadas. A día de hoy, colabora ya un corredor habitual (Alberto Romillo) que ha participado en los 30Km de la Kosta Trail y va a participar en los 42 Km de Galarleiz
¡¡Tenemos camisetas técnicas de la campaña sin dueño!!
Si quieres colaborar con nosotros y conseguir una camiseta solo tienes que participar en 3 carreras al año, contarnos tu experiencia para publicar en nuestra web y mandarnos una foto del evento con la camiseta.
Nos gustaría poder formar un grupo para finales de Junio y juntarnos un día para conocernos y hablar de la experiencia. Da a conocer la campaña y colabora con Bidesari. Animaros a participar!! Escribrenos a isauto@bidesari.org.
¿Cuántos kilómetros creéis que seremos capaces de sumar?
COMUNICADO DE CÁRITAS BIZKAIA:
http://www.caritasbi.org/?p=3479
COMUNICADO DE CÁRITAS BIZKAIA:
Cáritas Bizkaia lamenta profundamente las graves agresiones que recibieron ayer a la tarde dos personas (una persona usuaria y una educadora social de uno de los pisos de acogida del área de adicciones de la entidad) a manos de una tercera persona, usuaria también del mismo recurso residencial, con patología mental.
Cáritas atiende y acompaña los últimos años más de 13.000 personas en situación o riesgo de exclusión social anualmente en Bizkaia; es la primera vez en los casi 60 años de historia de la entidad que ocurre una agresión de estas características y esperamos que sea la última.
Por último, informar que desde Cáritas Bizkaia estamos permanentemente tanto junto a las personas agredidas -y sus familiares- para todo aquello que puedan necesitar en estos momentos, como en contacto con las autoridades en lo referente al hecho en sí.
Bilbao, 24 de mayo de 2013.
Atzoko erasoaren aurrean
Bizkaiko Caritasen agiria
Bizkaiko Caritasek bere atsekabea adierazoten dau atzo arratsaldez lagun bik (erakundeak drogazaletasunei aurre egiteko sailean dauan harrera-etxeko pisuetako bateko erabiltzaile batek eta hezitzaile sozial batek) egoitza bereko erabiltzailea dan eta buruko gatxa dauan hirugarren baten eskutik jasan ebezan eraso larriak.
Caritasek, azkenaldian, urtean 13.000 lagun baino gehiagori eskaintzen dihardu arreta eta laguntza Bizkaian, gizarte bazterketa jasaten daben edo jasateko arriskua daukien personei; erakundearen 60 urteko historian, lehenengo aldiz gertatu da honako eraso bat eta azkena izatea gurako geunke.
Azkenik, Bizkaiko Caritasetik jakinarazo gura dogu, erasoa jasan daben lagunek –eta euren senideek- behar daben guztirako ondoan gaukiezala eta eten bako hartu-emonean gagozala agintariakaz, gertaeraren gorabeherak dirala-eta.
Bilbao, 2013.eko maiatzaren 24ª.
LA EXPERIENCIA DE BOSCO
Todo empezó con una charla que tuvimos en el colegio, cuando Miguel, un miembro de Bidesari vino a contarnos cómo funciona la cárcel. Tras la exposición, nos dio la posibilidad de formar un grupo para ir a jugar un partido a la cárcel de Basauri. Ilusionados por la propuesta, nos juntamos unos compañeros y dos profesores para ir el pasado sábado 13 de abril.
Cuando íbamos a entrar en la prisión empecé a ponerme algo nervioso; el tener que identificarse y las puertas, que no se abrían hasta que la anterior no se hubiera cerrado por completo, me intranquilizó bastante. Cada vez que avanzábamos una puerta más mi nerviosismo aumentaba pensando en qué era lo que nos esperaba dentro. Quizá, la imagen estereotipada de las películas me hicieron imaginar ese lugar de otro modo: peleas continuas, malas miradas, ambiente tenso, un lugar lúgubre y sucio… De hecho, esa era la única referencia que tenía de la prisión. Sin embargo, el edificio era un poco antiguo pero estaba bien cuidado. El lugar estaba limpio y se notaba que lo mantenían bien.
Al entrar al patio nos encontramos con un recinto lleno de gente, aquello parecía un patio de instituto. Algunos jugaban a palas, otros a baloncesto, otros se entretenían con el balón de fútbol, y los restantes simplemente charlaban en grupos. ¡El ambiente era totalmente distinto del que me imaginaba!
Para cuando llegamos tenían hechos tres equipos y rápidamente empezamos a jugar contra ellos. Para que fuera un juego más dinámico hicimos rondas donde, en cada turno, jugábamos dos de los equipos: C.P.E.S. Somorrostro contra Basauri. Si, me imagino que os estaréis preguntando si los dos profesores que vinieron con nosotros jugaron, y la verdad es que sí. Los partidos fueron muy intensos pero en ningún momento hubo salidas de tono por parte de ningún equipo, algo que ni siquiera me lo imaginaba después de que Hollywood me creara impresiones distorsionadas por medio de películas como La Roca.
Esta experiencia me ha hecho tener otra visión de la cárcel. Una vez que empezamos a jugar, los partido fueron bastante competitivos, tanto unos como otros entrabamos fuerte al balón con el fin de que nuestro equipo ganara. Se notaba el pique, había empujones y tirones de camiseta, pero la atmósfera que se creó fue totalmente deportiva.
Pasado ya un tiempo, cuando llevábamos jugando bastante tiempo, me paso algo. Sólo por ello mereció la pena la experiencia. Hasta ese momento todo había ido bien, pero mi mente no pensaba en nada que pudiera transcender, parecía que estaba con mis amigos jugando un simple partido de fútbol. Si esta situación no se hubiera dado, probablemente hubiera salido de Basauri como si hubiera salido del Louvre, del Hermitage o, peor aún, de un zoológico donde todo me era indiferente. En medio de un partido uno de los presos me cubrió y nada más darme la vuelta me quedé paralizado, pude verme reflejado en él. En ese momento me recorrió un escalofrío por todo el cuerpo, sentí tal empatía por aquella persona que se me revolvió el estómago. Probablemente me vi reflejado en él por su juventud, no parecía haber alcanzado la mayoría de edad. Fue cuestión de segundos, pero pude apreciar un rostro con una mirada apagada, una mirada perdida sin proyectos que no podía ver más allá que las cuatro paredes que conformaban aquel patio.
Este fue el detonante, a partir de ahí comencé a experimentar una serie de sentimientos que no sabría cómo explicar, probablemente porque nunca había sentido algo así, era todo nuevo y necesitaba meditar y madurar una opinión.
Cambió la reflexión inicial de las instalaciones. Legué a pensar que yo había estado en colonias peores. Sin embargo, después de haber visto a aquel joven, pienso que lo importante no son las instalaciones en las que estés sino en el régimen en el que te encuentres. El de preso, desde luego, no es el mismo que el de libertad que se vive en unas colonias.
La cárcel pretende ser un lugar de castigo y es comprensible que todos aquellos familiares de gente a la que han violado sus derechos cualquier condena les parezca corta. Parto de que creo firmemente en la justicia y que las condenas de prisión son necesarias, pero la mirada de aquel joven me hizo creer en un sistema penitenciario en el que se apueste por la reinserción.
La otra gran conclusión que me llevo es la fuerte relación entre la cárcel y la pobreza que pude ver. La mayoría de las personas eran inmigrantes y respondían a un perfil concreto. La mayoría de ellos no han crecido en un entorno estructurado y probablemente ése haya sido un punto de inflexión que les haya llevado a ingresar en prisión. No es mi intención justificar la delincuencia pero creo en la reinserción, creo en que alguien, después de haber cumplido condena, quiera romper con su pasado y quiera, como aquel joven, mirar más allá de las cuatro paredes que le rodean. ¡Todos merecemos una segunda oportunidad!
BOSCO LOPEZ
2º BACHILLERATO
CENTRO SOMORROSTRO
BRÚJULAS ESTROPEADAS.
Es difícil tomar la decisión de dejar tu hogar, tu familia y viajar a otro país. Supongo que pensar que te espera un paraíso, desde el que puedes contribuir a la mejora del día a día de tu gente, es lo que tiene que impulsar esa decisión.
Hace solo cuatro meses que trabajo en el proyecto Hedatu de Bidesari y ya me siento parte de la familia. Mi familia negra y es que aunque no compartamos color de piel, ni religión, ni lugar de origen; los considero mi familia.
Recuerdo como al principio me costó acercarme a ellos. Ahora me doy cuenta de que después de llegar a un país que no conoces, de vivir en tu propia piel los aspectos más desagradables de la sociedad, de haberte rodeado de la gente inadecuada y de haber cometido errores que has pagado con creces; es difícil confiar en la gente. Cuando hablo de la inmigración siempre trato de ponerme en su lugar; imagino lo que es estar en un lugar donde no tienes a nadie, en el que no conoces el idioma y no sabes dónde ir… creo que eso es realmente la soledad. A veces pienso que utilizaron brújulas estropeadas que no les indicaron bien el camino; quizá por eso han estado un poco perdidos.
Sin embargo; mientras escribo estas líneas no pienso en eso; solo puedo recordar la sonrisa franca de Ismael, el gesto cariñoso de Innocent, el “Ah, Itziar!!” de Thiemoko cuando hablamos de cualquier tema y el entusiasmo de Hicham cuando hay partido de futbol. Y la verdad, me quedo con eso. Prefiero pensar que los tiempos de sufrir, de pasarlo mal, son ya cosa del pasado. Ahora es el momento del cambio, de tener una segunda oportunidad. Para eso trabajamos Miguel y yo, para acompañarles a buscar una formación, buscar un trabajo, conseguir el papel la documentación necesaria y la mayor parte de las veces, para escuchar mucho y hablar cuando hace falta.
En los tiempos que corren es difícil encontrar esa oportunidad y más todavía para las personas inmigrantes; pero estoy segura de que hoy están un poco más cerca de ese paraíso con el que soñaban cuando un día dejaron su hogar para venir aquí.
Itziar Sauto. Educadora social.
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52 HORAS, UNA LLAMADA Y EL TIRAMISÚ
Tras una semana tensa en la que he descubierto que las medidas para crear empleo que se han implantado en este país, han sido utilizadas en mi empresa (y no sé porque me da que no es la única) para aumentar con mayor facilidad -¿será sinónimo de impunidad?- las frías cifras del paro; nos tocaba salida de fin de semana con Bidesari. Balmaseda. Casa de La Garbea. 5 chicos y 7 voluntarios. Y muchas, muchas ganas.
Ya son las 5 de la tarde, después de comer y antes de hacer la mochila, suelo echarme un rato; hay que coger fuerzas para poder acompañar de la mejor manera posible a los chicos. Suena el teléfono. Es Miguel. Suele ir solo a Nanclares a recoger a los chicos; esta vez me toca acompañarle. Mezcla de ilusión y responsabilidad.
A todo correr hago la mochila, y casi sin darme cuenta estoy de nuevo en Bilbao subiéndome a nuestra imprescindible furgo amarilla, camino de Nanclares. Vamos charlando; me siento como en casa.
Una vez en la sala de espera del nuevo y despampanante centro penitenciario, nos toca esperar un buen rato; da vértigo pensar que es el hombre el que ha decidido construir estos muros aun mas altos, y las ventanillas por las que puedes hablar con el funcionario de la puerta aun mas pequeñas.
Consiguen salir los 5! Empezamos bien. Hasta que no entré en Bidesari no entendía en toda su magnitud lo que significaba la imprevisibilidad de última hora.
Creo que ese momento de verles salir no se me borrará en mucho tiempo. Espero que nunca. El mayor de ellos llevaba casi 4 años sin pisar la calle. Los olores, los ojos achinados al mirar al horizonte, los coches, el perro,…sí, definitivamente me reafirmaba en mi idea de que otro derecho, más humano al menos, es posible.
El fin de semana es una experiencia muy completa, potente. Y éste no iba a ser menos. Nuevos chicos, nuevos voluntarios, pero el mismo espíritu. Intentando utilizar todos los momentos para que tengan un componente educativo. Acompañamos a los chicos en su proceso de cambio (porque es solo suyo) a un mundo en el que la droga pasa a ser de verdad una experiencia del pasado, y la actitud positiva y la fuerza de su gente, dos herramientas que no tengan precio en su futuro.
Podríamos hacer varios posts sobre las actividades que hicimos, las conversaciones durante los paseos, la elaboración de los menús, la velada, los ronquidos,…pero eso queda en el fin de semana y en un rincón de cada uno de nosotros.
El domingo, después de evaluar con ellos y despedirnos de los chicos subidos de nuevo en la furgo, nos toca evaluar a nosotros. Hasta llegar a casa a las 9 de la noche han sido 52 horas de una intensidad alta. Y se me han pasado de rápido como un día de 8 horas de mi jornada laboral.
3 años después de entrar en este proyecto sigo con el mismo gusanillo, y eso me hace sentir vivo. Y veo vivo al proyecto, y eso me hace sentir orgulloso.
Siendo un poco vanidoso, creo que mi entorno también se enriquece con mi experiencia, les traslado una realidad desconocida hasta el momento para ellos, y tengo la suerte de que entienden mi necesidad de aportar mi grano de arena a la creación de una sociedad mas humana. Tengo mucha suerte con ellos. Y que leches! Les voy a hacer un tiramisú casero que nos enseñó Amaia durante la salida que van a flipar…
Miguel Hidalgo
Voluntario del proyecto de Fines de Semana