Hace ya unos cuantos años, al salir del trabajo, me encaminaba a ATECE-BIZKAIA, una Asociación de DAÑO CEREBRAL ADQUIRIDO que se iniciaba bajo el impulso de familiares de personas afectadas por esta enfermedad y en la que encontré el apoyo que necesitaba. La Entidad iniciaba su andadura sin ningún patrimonio; el esfuerzo de esos familiares mencionados se convertiría en una herramienta vital en sus inicios y prácticamente en lo que yo conozco.
He permanecido como socio desde su andadura con una cuota anual que el tesorero nos la recuerda, pero he permanecido ajeno a las preocupaciones diarias durante varios años. Vuelvo a implicarme poco a poco, atenuada ya la pena de la pérdida de mi esposa.
Olvidada queda la antigua sede que nos cedió, durante varios años, la DIPUTACION FORAL DE BIZKAIA, que ahora parece que se resiste a esa ayuda que consideramos justa y necesaria, si nos remitimos a lo que representamos para el Colectivo y los socios, al reconocimiento del GOBIERNO VASCO vía Boletín de nuestra condición de ASOCIACION DE UTILIDAD PUBLICA y DE INTERES SOCIAL y a la del Departamento de Sanidad con su correspondiente certificado de lo que somos y hacemos. Independientemente de que varias entidades educativas cuentan con la Asociación para formalizar convenios con el alumnado en prácticas, solicitud que se repite todos los años y que hace suponer de la buena salud de ATECE-BIZKAIA.
Dejando de lado las diferencias que hubo en principio de la necesidad de continuar o no con la asociación, ya que se pensaba que era una obligación de la Administración, considerando la bondad social y asistencial de los objetivos, considerando las dificultades de ubicación del local, considerando el apoyo de la entidad bancaria a un proyecto de alto riesgo; sin darle demasiada importancia a la seriedad de los que lo planificaron, a la perrita del constructor, a la amabilidad del arquitecto y su ayudante, al discurso de inauguración, a las personas que acudieron a degustar el catering correspondiente, al primer pago del préstamo, a las comidas de Navidad, al lotero que nunca nos premia…..
Repito que sin darle demasiada importancia a estas y otras cosas y con un respeto y cariño a las personas que nos dejaron, opino con la verdad del que no miente, que en ATECE-BIZKAIA, lo positivo, lo importante, son las personas, las personas afectadas y sus familias y que nos hemos convertido en generadores de salud, empleo y riqueza.
Me he permitido comentar en plural y con la esperanza de ser testigo de un nuevo salto en calidad, de que como indica nuestro PRESIDENTE debemos permanecer juntos, entre otras cosas, en interés y posibilidades.
Enrique