En el MES DE MAYO, en el local de la Asociación, se pondrán en marcha la práctica de ejercicios de relajación, tanto para afectados de la enfermedad, como para familiares y allegados.
Serán 4 sesiones los jueves de mayo a la tarde, a las 17:00 horas; la duración de cada una será alrededor de una hora y media.
Las personas con la enfermedad de Parkinson manifiestan tener más tensión en la musculatura debido a uno de los principales síntomas de esta enfermedad, que es la rigidez, y como consecuencia de ello, en algunos casos, el dolor en las extremidades.
Este aumento de la tensión muscular dificulta la realización de los movimientos en general, así como de los propios de la musculatura respiratoria, de fonación, de masticación, etc. Y la toma de una postura corporal adecuada.
Resulta recomendable la aplicación de determinados ejercicios de relajación para minimizar esta tensión, y favorecer por tanto, la realización de movimientos y la liberación de las articulaciones, ligamentos, etc.
Estos ejercicios se pueden realizar en tres posturas: de pie, sentado y tumbado, según convenga. Son procedimientos muy sencillos, y accesibles para cualquier persona.
Su aplicación está indicada en ansiedad, angustia, miedos, dolores crónicos, trastornos del sueño, estados de inquietud e inseguridad en la espera de determinadas situaciones, cefaleas tensionales y cuadros de estrés.
Su implementación debe ser de forma lenta, gradual y siendo conscientes de la existencia de diferencia entre tensión y relajación.
Cuando se produce una relajación muscular se ocasiona una disminución de actividad cortical tan grande como la relajación inducida por fármacos. Por lo tanto, en un ritual de activación y relajación muscular se ejerce gran influencia sobre la actividad cerebral.
Y así, se dan los SIGUIENTES BENEFICIOS:
– La relajación de la musculatura esquelético-motora conlleva automáticamente la relajación del Sistema Autonómico-Vegetativo y la del Sistema Nervioso Central.
– La relajación fisiológica produce efectos paralelos de relajación emocional (a través de sus efectos en el Sistema Nervioso Vegetativo) y de relajación cognitiva (a través de sus efectos en el Sistema Nervioso Central).
El llegar a experimentar las sensaciones agradables de peso, calor y frescor en el cuerpo, así como la regulación de la respiración y el corazón, refuerzan la vivencia de la relajación muscular (situación análoga a la primera fase del sueño) con lo que supone un ahorro de energía física y emocional muy a tener en cuenta.
– Encontraremos un ritmo de movilidad acorde a los ritmos propios del organismo, y para ello, nos vamos a centrar en el ritmo más perceptible que poseemos: EL RITMO RESPIRATORIO.
Todos hemos usado con alguien, para incitarle a que se relaje, la frase: “Respira hondo”. Somos conscientes, de forma instintiva, de la importancia que tiene la respiración en la obtención de un estado relajado y tranquilo. Por tanto, es importante encontrar, como paso previo a cualquier actividad física que realicemos, nuestro ritmo respiratorio natural.
Y para ello es importante saber que el ritmo respiratorio será eficaz y tendrá la capacidad de relajarme si consigo realizarlo de forma acompasada, suave y con el mínimo de esfuerzo físico.
Lo que acabamos de afirmar es algo que prácticamente todos (exceptuando a gente con problemas respiratorios graves) hacemos cuando dormimos.
El problema surge cuando algo influye en este ritmo, alterándolo, normalmente acelerándolo o descompasándolo, y esta alteración repercute en otros ritmos internos. Reconocer pues, cuando perdemos el ritmo respiratorio natural es la clave para saber cuando comenzamos a alterar nuestro equilibrio orgánico.
Para muchas personas, el intento de encontrar un ritmo respiratorio propio, que les facilite la relajación y la percepción corporal, les conduce a forzar este ritmo. Es decir, el tomar conciencia de un proceso casi involuntario hace que apliquen demasiada intención sobre éste, hasta el punto de abusar de él.
Gestos como sacar el pecho para coger aire o soplar para soltarlo, lo único que provocan es un esfuerzo muscular adicional y una alteración del movimiento pulmonar de expansión y encogimiento.
Por eso la clave no radica en la intensidad sino en la naturalidad. Por lo tanto, una de las claves será encontrar un ritmo respiratorio que me permita mantener mi actividad durante largo rato sin cansarme o tener sensaciones desagradables.
Ofrecemos la posibilidad a toda persona de la asociación, persona enferma y/o familiar, a que acuda a estas sesiones de relajación.
En el MES DE MAYO se realizarán en el local de la Asociación, estas 4 sesiones de relajación los jueves de mayo a la tarde, a las 17:00 horas; la duración de cada una será alrededor de una hora y media. Irán dirigidas tanto para afectados de la enfermedad, como para familiares y allegados.
Estas sesiones estarán facilitadas por el psicólogo Alberto Díaz López.
Los socios os podéis apuntar llamando a la asociación, o bien acudiendo a ella; si tenéis dudas sobre si estos grupos os vendrían bien o no, si os serían útiles o no, no dudéis en llamar para preguntar vuestras dudas.
¡Confiando en que os animéis…os esperamos!
