Dia Internacional de la Alfabetización

8 de Septiembre Día Internacional de la Alfabetización

La escuela, mucho más que un edificio

Eso es lo que significan las aulas para Mayom Maboung, un antiguo niño soldado sudanés. “Cuando uno va a la escuela, está construyendo su futuro” dice y, por esa razón, a los 18 años dejó atrás su vida como combatiente y se convirtió en maestro, brindando ahora la oportunidad a otros niños de que se labren el suyo.

Mientras que en nuestro mundo occidental asistir a clase diariamente es una obligación casi tediosa, en otras zonas del globo, representa todo un lujo con hambre de cotidianeidad y necesidad urgente. Como afirma Rania de Jordania, Promotora Eminente de la Infancia de UNICEF, “las escuelas no sólo edifican vidas, sino que las salvan”.

Salvan vidas porque la educación es la vía para escapar del círculo vicioso de la pobreza, es la herramienta que nos capacita para ejercer un papel activo en la sociedad, la manera de superar desigualdades, la vuelta a la normalidad después de un conflicto, es garantía de futuro y una gran inversión, porque cada euro dedicado a la educación, son siete ahorrados en el futuro. Es un derecho fundamental.

David W. Fowler, Coordinador General del Grupo de Apoyo para la Alfabetización,
define perfectamente lo que supone carecer de este derecho: “el analfabetismoes, en sí mismo, una forma de prisión y hasta de esclavitud. Hace 150 años,
estaba absolutamente prohibido enseñar a los esclavos a leer. ¿El motivo? La alfabetización es el primer paso hacia la libertad”.

Y para abrir camino y erradicar esta forma de opresión moderna, 189 estados firmaron en 2000 “La Declaración del Milenio”. Entre otros objetivos, este documento establece la consecución de la enseñanza primaria universal y la eliminación de las desigualdades entregéneros en la educación para el año 2015. © UNICEF/HQ05-1617/Giacomo Pirozzi – Egipto

La asignatura pendiente
Las niñas de hoy son las mujeres del mañana; lamentablemente, el analfabetismo las afecta en mayor grado que a los varones. Razones como las tradiciones discriminatorias, la obligación de hacerse cargo de sus hermanos y hermanas, o la simple carencia de letrinas separadas en los centros escolares alejan a las niñas de las aulas.

Esto supone la perpetuación de sociedades en las que el papel de la mujer es invisible. Si las mujeres son analfabetas es imposible que consigan tomar posiciones en sus comunidades, que sean independientes de los hombres o que puedan decidir por ellas mismas.

Afortunadamente, en las escuelas se está enseñando a las futuras mujeres cómo evitar las enfermedades de transmisión sexual y el embarazo adolescente, y se las aconseja sobre costumbres como el matrimonio precoz, principal motivo por el que las niñas dejan la escuela y ven coartado su futuro.

Aminata, una niña africana, cuenta cómo en poco tiempo algún pretendiente pedirá su mano en casamiento y pasará a formar parte de otra familia, y explica, “debido a eso, se considera que no vale la pena que las familias inviertan en la educación escolar de las niñas”.

Aún hay esperanza
Algo está cambiando. El proverbio ruandés ‘Umukobwa ni nyampinga’, “una niña es un palacio de riquezas”, es el eslogan de un país que cuenta con el mayor número de legisladoras del planeta.

Y, aunque según la UNESCO todavía 776 millones de adultos son analfabetos, y aproximadamente 160 millones de niños no asisten a clase, gracias a la iniciativa “Retorno a la Escuela”, que reconstruyó el sistema educativo en el Sudán Meridional, Mayom Maboung pasó de luchar para vivir, a vivir para enseñar.

En Sierra Leona, Aminata asiste a la escuela porque UNICEF colabora con la iniciativa de Clubes de Madres, para que éstas se puedan hacer cargo de la educación de sus hijas y eviten los enlaces adolescentes.

Halima y sus hermanos, que viven en una pequeña aldea de Eritrea olvidada por la red de escuelas del país, adquieren conocimientos mediante el programa de “Educación Elemental Complementaria” y, en Afganistán la puesta en marcha del proyecto “Un millar de escuelas” ha supuesto que del millón de alumnos matriculados en 2001 se pasara a más de seis en cinco años.

En Togo, el cambio de mentalidad que la campaña “Género y equidad” ha obrado en los padres hace que cada día más niñas se matriculen en las escuelas y que hoy, hagan cosas que antes eran coto vedado para ellas. Y aquí, el programa “Enrédate con UNICEF” (www.enredate.org) promueve la educación para el desarrollo en el ámbito escolar, que instruye a nuestros niños, niñas y jóvenes en los valores de la tolerancia, la justicia y el respeto a los derechos humanos, para que en un futuro no permitan que se reproduzcan estas situaciones de desamparo.

Para obtener más información
sobre los programas del UNICEF: www.unicef.es

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