Un parámetro fiable de accesibilidad seria el número de personas con silla de ruedas que se ven por la calle, es indicativo de que pueden salir de casa. Mi insistencia o la lucha en contra de las escaleras es debido a que considero a estas como mi enemigo natural, el salvarlas o no será lo que me permita la inclusión en sociedad: poder salir de casa, recibir educación, Sanidad, convivir con la comunidad, participar de las creencias religiosas o políticas, inserción laboral, ocio y cosas tan cotidianas como poder entrar a establecimientos, tomar un café o hacer la compra; algo tan asumible y que pasa desapercibido pero que supone para nosotr@s un gran problema es algo tan sencillo como puede ser el entrar a un baño, sea publico o de algún establecimiento.
Mi guerra es contra los escalones y quiero destacar la gran diferencia existente entre estos y las rampas o accesos universales, un escalón lo sobrepasa sin ninguna dificultad una persona atlética, una persona media también, pero ya una persona de mediana edad tiene que pensarlo y por supuesto una mayor ni hablar del tema, personas con alguna problema de rodillas, caderas o cualquier tipo de lesión tampoco, niños y carritos de bebe, personas con limitación de movilidad o sillas de ruedas es prácticamente imposible. Siempre se dice que las cosas se hacen para las mayorías pero creo que en este caso no es cierto, es al contrario, las mayorías somos los que no podemos sortear las escaleras, pero oh paradoja, por una parte decimos eso y por otra construimos accesorios que no accesibles, rampas deslizantes y escaleras mecánicas, con la excusa de la accesibilidad, pero precisamente los que tenemos movilidad reducida no podemos utilizar esos elementos puesto que encima expone nuestra integridad física, además existe otra particularidad, las rampas podrían usarlas todo el mundo y no significaría ningún perjuicio ni para l@s que pueden ni para l@s que si , entonces ¿porque no se hacen los accesos universales?
Quiero daros mi visión desde 125cms, sentado en silla de ruedas, el de una persona con movilidad reducida y usuario de silla de ruedas eléctrica, de los impedimentos que encuentro en la vida diaria y de las posibles soluciones. Hay muchísimos puntos de vista, tantos como personas, y yo estoy dispuesto a considerarlos, y respetarlos todos, y si fuese posible llegar a un acuerdo con todos ellos, de forma que todos podamos respetar, normalizar e integrar formas de ver las cosas “con otros ojos”.
También decir que no soy ningún experto en urbanismo, ni tan siquiera gran conocedor del tema, pero soy quién sufre (como muchísim@s compañer@s) los despropósitos de los que sí entienden y se dicen técnicos en urbanismo o como dice un amigo “ edificios que cumplen con la ley pero no son accesibles” por el mero hecho de hacer expediente.
Me centrare la mayor parte de las veces en la accesibilidad de Santurce puesto que es donde vivo y es el entorno en el que me muevo y conozco, pero se podría extrapolar a cualquier pueblo o ciudad, son situaciones comunes a todos ellos. Sueño con un Santurce amable (de mi amigo Unai) y para tod@s, un Santurce inclusivo y con dignidad