Me llamo Esther y soy adicta…¡Qué palabra! Ahora ya no me suena tan mal. Tengo una enfermedad que se llama adicción. Enfermedad… Me sigue sonando fatal y cuando escuchaba enfermedad mental, ¡Eso sí que no podía asumirlo!. Yo, Esther, ¡imposible!.
Enfermedad mental ….
Cuando entre por la puerta de NA no puedo decir, como muchos compañeros, que fue lo mejor que hice, ya que no recuerdo nada de esa primera reunión, ni de la segunda, ni de la tercera…Lo único que quería era dejar de consumir yno sabia cómo.
Estuve muchos meses asistiendo a las reuniones y no me enteraba de nada, pero no me importaba porque veía sonrrísas,cariño, abrazos y todas esas cosas. Me miraban, era alguien e incluso se dirigían a mi cuando hablaban. Me sentí alguien y, por todo eso, continué. El programa seguía sin entenderlo pero era un lugar donde estaba a gusto. A gusto y en paz. Y ¿Cuándo me he sentido así? Nunca. ¡Y me decían: sigue viniendo!
Y ahí estoy en NA gracias a unos compañeros y un padrino excelente que me han tendido la mano siempre que he caído.
Tan solo llevo tres meses pero puedo decir: ¡Gracias de corazón, meestáis enseñando a vivir y os necesito!
Espero poderos escribir en la próxima edición. Será una muy buena señal .
Tengo 45 años y dos hijos estupendos, solos quiero vivir y tengo miedo a todo pero confío que un poder superior me ayude a salir de ese tormento.
¡Gracias, gracias y gracias por esos besos que me d
ais con la mirada!
Esther