LO DIFICIL QUE ES PERMANECER DE PIE

Hola de nuevo:

Bueno pues como os conté la última vez la enfermedad entro en mi vida como un elefante en una cacharrería. Lo primero fue un temblor en las manos, vale es lo más típico, y seguramente visto el resultado todo el mundo pensara que tendría que haber pensado en el Parkinson. Pues no, la verdad es que lo primero que pensé es que debía dormir más, que era el cansancio lo que los producía. Pero aaaaaaamigos, el resto de los síntomas no los sabéis verdad, pues yo hasta que no me van pasando tampoco. Es decir, una cosa es lo que viene en los manuales de medicina, en la web o lo que te cuentan otros pacientes y otra lo que se manifiesta en ti. Es como la gripe, a algunos les da dolor de cabeza y a otros fiebre, y al que peor lo lleva las dos.

Así que cuando me encuentro con algo que no me cuadra cojo y lo apunto, después saco la lista completa y se lo pregunto a mi neurólogo. Hay chorradas que no tiene nada que ver y hay otras que sí. Por ejemplo la tensión baja, yo siempre la he tenido así, pero ahora me la controlo, la razón es que la medicación que tomo me puede afectar y bajarla más, vamos que me puedo ir cayendo por las esquinas debido a los bajones.

Otra cosa que tuve que empezar a tener en cuenta fue la falta de equilibrio. Vale, vale, los que me conocen saben de sobra que siempre he sido una patosa (mi dosier en traumatología podría competir seriamente son la versión ampliada de la trilogía del señor de los anillos), pero lo de ahora es mucho más peligroso. A mí siempre me han dado pánico las escaleras mecánicas de cierto centro comercial (del cual no voy a decir el nombre porque aquí no pagan por publicidad) pero lo de ahora es horroroso, las evito como si de ello me dependiera la vida, si cuando no hay gente sientes que la cabeza te pesa el doble y vas echándote hacia delante hasta que casi pierdes la verticalidad cuando hay gente lo único que piensas es “ahora sí que la vas a armar no solo te vas a caer tu sino que encima vas a desgraciar a un montón de gente que no tiene la culpa de nada” y encima hay gente que te empuja para adelantar dos pasos.

Tengo una teoría, la gente suele ser bastante educada siempre que… no haya un medio de transporte de por medio. Me explico, suelo ir todos los sitios andando pero desde que voy todos los días a la Asociación (publicidad nada subliminal C/Erdikoetxe nº3) cojo el Metro. Bueno, pues tengo sistemáticamente comprobado que a la gente le da igual a quien pisar si el metro está a punto de cerrar sus puertas, aunque sepan que no lo van a coger deben ir a coger sitio en el andén o algo asi porque no lo entiendo. No son solo los jóvenes también las personas mayores lo hacen. A mí me ha pasado (una sola vez menos mal) que de un empujón baje las últimas tres escaleras que me faltaban para llegar al andén y después de levantarme de muy mal café me encontré que cuando fui a recriminarle a la señora me dijo ”Si te has caído sola” menos mal que otra señora más joven junto con su hijo pequeño le dijeron que no, que me había empujado (el niño la llamo mentirosa y ella a él maleducado, tocate las narices) total que la señora se fue zapateando y hablando entre dientes pero sin disculparse.

Así que me he hecho fan de los ascensores. Si existiera un grupo así en el facebook me apuntaría sin dudarlo, pero no siempre los hay (Buaaaa). La estación de Sarriko, adjunto foto vista desde arriba y desde abajo (ninguna de las dos paginas esponsoriza esto pero me parece más claro que veáis de lo que hablo y son las dos mejores fotos que he encontrado) para que os hagáis una idea no es que sea empinada es que es imposible. La obra de ingeniería es asombrosa pero el acojono que da bajar las escaleras mecánicas también.

Yo ya soy usuaria habitual de los ascensores y como todo el mundo DEBERIA saber hay un orden de preferencia en su uso que no tiene que ver con el orden de llegada, es decir, las personas en sillas de ruedas, con carritos con niños, personas con movilidad reducida tienen preferencia independientemente de si llegan los últimos o los primeros a la cola. Eso va no tanto para los estudiantes de la universidad que respetan estas cosas (en época de exámenes puede ser que menos pero eso es bastante comprensible) como para las personas que se creen que por ser mayores que tu tienen más derechos y ninguna obligación, pues están muy equivocados. A mí me han llegado a decir una “señora” de la edad de mi madre o poco más que ella tenía preferencia por ser mayor y que yo debería usar las escaleras, ya, pero señora yo seré más joven pero tengo una enfermedad neurodegenerativa, así que, ¡ja!, le gano. Pero como estas muy bien educada vas te callas te pones el mp3 y te olvidas de ella.

Hasta aquí la parte del equilibrio que es de las que llevo más o menos bien la próxima vez hablare… de otras cosas. Espero que os siga pareciendo interesante y que sigáis opinando. En serio muchas gracias a cada uno de todos vosotros por su apoyo. Un beso

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