Ya que se había realizado tanto esfuerzo para organizar un viaje de vacaciones para una persona con diálisis, ¿Cómo nos íbamos a quedar solo en eso?. La intención era optimizar recursos y ya que la logística del viaje estaba organizada decidimos aprovechar esta circunstancia para que fueran mas personas de vacaciones. A medida que íbamos llamando a las personas tuteladas que conformaron el grupo las respuestas de todas eran de alegría. Si, si, por supuesto que me apunto; Aleluya, Aleluya, me voy de vacaciones. Dos profesionales acompañando al grupo se pusieron en camino con el objetivo de disfrutar al máximo de las vacaciones. Piscinas, excursiones, tomar algo, caminar, comer y risas, muchas risas. Todo lo que se puede hacer en unas vacaciones lo hicimos. La opción de romper una semana con la rutina para personas que lo tienen todo cronometrado es algo de lo que se tiene que disfrutar. No había horarios para levantarse, pese a que todos se levantaban a las 7.30 de la mañana y tampoco había horarios para meterse a la cama y pese a ello tampoco trasnochaban mucho. Todo lo que se hizo lo decidieron las personas tuteladas y el poder de elección mejora la calidad de vida.
Objetivo cumplido. El disfrute ha sido pleno.
Ricardo