DERECHOS, DERECHOS…
Busco en mi cabeza historias de personas, de carne y hueso, historias vivas que se alejen de la frialdad de los expedientes, de los papeles, de los trámites judiciales…
Fabián tenía claro lo que era un testamento y no quería que sus sobrinos, que hace años que no le visitaban, heredasen sus bienes; Raúl estaba interesado en la participación ciudadana por encima de todo: colaboraba con un partido político, e incluso había llegado a ser interventor en una mesa electoral; Laura y Freddy se querían casar, organizar su vida en pareja y compartir sus bienes…
El ejercicio de la función tutelar no es incompatible con los deseos más íntimos de las personas. Debe potenciarlos, apoyarlos, y hasta descubrirlos… Ser una persona tutelada no significa no poder participar en igualdad de condiciones… La persona… Es el centro. Y quizá podrá hacer testamento, votar, casarse… con los apoyos que procedan. La persona con discapacidad está por encima de los papeles. Y también tiene derecho a equivocarse.
Rafa Armesto