Anantapur grita “NO” a la violencia machista

 

©Juan Alonso

Miles de mujeres alzaron hoy las manos y la voz en las calles de los principales pueblos de Anantapur, en el sureste de la India. Hoy, ha sido un día histórico para la región: es la primera vez que las mujeres se rebelan públicamente contra la violencia sistemática que sufren a diario en forma de acoso, violencia doméstica, tráfico de mujeres o agresiones por causa de la dote, entre otras. “¡Hay que eliminar la violencia contra las mujeres!”, gritaban las mujeres al unísono para celebrar el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

En la oficina regional de la Fundación Vicente Ferrer (FVF) en Bathalapalli se concentraron esta mañana representantes venidas de todas las aldeas. A las 10, hora local, iniciaban una marcha hasta el centro del pueblo. Marcha a la que se iban sumando mujeres que esperaban en el hospital, transeúntes y algunas vendedoras ambulantes que querían defender sus derechos. En los carteles que llevaban se podían leer eslóganes como “no a los abortos de niñas”, “no al pago de la dote” o “no al acoso sexual hacia las jóvenes”. Al llegar al centro del pueblo, la fila de mujeres se deshizo en un gran círculo que cortaba el tráfico y alrededor del que se arremolinaban hombres curiosos y con cierta incredulidad. Las proclamas exigiendo sus derechos se escuchaban más nítidamente que el claxon de los camiones, las motos y los rickshaws que no podían continuar su camino.

“¡Es la primera vez que hablamos en público sobre la violencia contra las mujeres!”, gritaba Obulama. “Ya no tenemos miedo, los hombres saben que con la ayuda de la Fundación tenemos mucha fuerza”. Gracias al proyecto de desarrollo integral de la FVF, las mujeres han avanzado en sus derechos y tienen cada vez un papel más activo en la sociedad. “Antes no salíamos nunca de nuestras casas, pero hoy estamos aquí luchando por nuestros derechos. Somos valientes, ahora podemos hablar de cualquier tema”, afirmaba Naramma emocionada, una mujer de 52 años que lideraba la marcha.

Un plan para erradicar la violencia
Tras casi 30 años de lucha por la igualdad y el desarrollo social y económico de la mujer en Anantapur, la Fundación puso en marcha hace un año un plan para erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas. Según este plan, las voluntarias y voluntarios del distrito recorren los pueblos buscando, junto con las trabajadoras sanitarias, posibles casos de maltrato que trasladan a la Fundación y donde se les ayuda a tomar la decisión adecuada para las víctimas. Doreen Reddy, la Directora del Sector Mujer, atiende los casos más delicados. “Es básico involucrar a los hombres para atajar la violencia contra las mujeres, ellos también se deben concienciar”, afirma Hanumantha Raydu, Director regional de Bathalapalli. “La Fundación teje una red de ayuda que está en la misma aldea de las mujeres y se busca la mejor solución para cada una de ellas. En los casos en que hace falta ir a los tribunales, el proceso es muy duro para toda la familia, en especial para las mujeres”, explica Raydu.

En la India mueren 23 mujeres cada día a causa de la violencia machista. El problema es especialmente acuciante en Andhra Pradesh. En 2009, una cuarta parte de los delitos estaban relacionados con la dote, y en la totalidad de la India, son la mayor parte.

Las mujeres deshacen el círculo y emprenden el camino de vuelta. Siguen cantando enérgicamente, y a medida que se acercan a la oficina regional, comienzan a reír e incluso a bailar. “¡Esta es nuestra fiesta, aquí se nos permite bailar! –afirma sonriendo Naramma-. Muchos hombres están cambiando, antes ni siquiera nos daban permiso para ir a las reuniones”. Junto a ella, Narayamma explica, convencida, que el cambio es posible: “No pienso pedir la dote cuando se case mi hijo y tampoco la entregaré por mi hija. Los cambios se hacen día a día y llegará un momento en que todo el país haya conseguido erradicar las injusticias que sufrimos las mujeres”.

Al llegar, les esperaba una charla con varios jueces, abogados y miembros de la Fundación para que les explicasen las diferentes ayudas de las que pueden beneficiarse. Ésta, dicen, es una fiesta para resolver los problemas. La manifestación acabó con una ligera llovizna: aquí, donde apenas llueve, se cree que éste es un buen presagio.

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