De mis soledades vengo y en mis soledades vivo
cual triste gorrión que tras su desenfrenado vuelo
va perdiendo hasta su sombra por no dejar ni un solo recuerdo.
He caminado por la senda del dolor, angustia y soledad,
buscando entre encrucijadas y senderos que me lleven
al valle de la vida.
He intentado encontrar ese faro que alumbre mi vivir
y rompo mi silencio como las olas del mar rompen
los cristales del silencio.
Estas letras las escribí muy lentamente y untaditas con miel
y hoy inicio sus cantares por toditos los pueblos.
Para ti por primera vez.