EMOCIONES

Desde uno de los pisos del área de adicciones, uno de los usuarios utiliza un dibujo para trasmitir sus vvencias. Aquí os dejamos uno de ellos, con una frase que recoge todo su sentimiento

“NO SOMOS RESPOSNABLES DE NUESTRAS EMOCIONES, PERO SÍ DE LO QUE HACEMOS CON LAS EMOCIONES”

MIS PASOS PARA LA REINSERCIÓN SOCIAL

Mi andadura por las drogas en concreto solamente ha tenido que ver con el alcohol y empezó cuando yo era jovencito, unos dieciséis años, siempre he sido muy nervioso e inquieto (esto lo más seguro que no lo podré cambiar nunca), mis nervios van asociados con las depresiones, pequeñas cosas que se van amontonando, cosas que para la
gran mayoría de las personas no tenían importancia pero a mí me afectaban; también el hecho de haber nacido en un ámbito rural o ser el mayor de tres hermanos y además ser el único niño de un barrio de ocho caseríos. Creo que todo esto tuvo mucho que ver con la dependencia hacia el alcohol. Para algunas cosas era el niño apreciado del barrio y me sentía querido por los vecinos pero por otro lado no me beneficiaba, los baserritarras algunas veces me daban vino y se reían, la gente rural o su mentalidad es diferente a las personas de un pueblo más o menos grande.

Con cuatro años ya caminaba cuatro kilómetros de ida y otros cuatro de vuelta para ir a la escuela, daba igual si hacía frio, calor, lluvia o nieve. Con nueve mi padre me mandaba al ganado desde mi barrio hasta Urkiolamendi, unas seis horas entre ida y vuelta más o menos, dependiendo de donde estaba el ganado, de mientras mis amigos o compañeros de clase jugaban entre ellos o iban a la playa con sus padres, pero esto era normal para la gente de campo, es lo que ellos siempre han mamado y no se dan cuenta que todas las personas son distintas.

Luego tuve una etapa dedicada al deporte y surgió de la manera menos esperada: de vuelta de la escuela a eso de las cinco de la tarde me crucé con un señor, venía de visitar
a mi padre, estudiaron juntos en los Maristas, era atleta profesional y entrenador nacional, en la actualidad es campeón del mundo de pista en veteranos, en 800 metros lisos, cuenta con 71 años. Nos saludamos y seguido me dijo, Iñaki, tú con ese cuerpo tienes que volar en el barro, yo estaba con vaqueros y albarcas, y le contesté: ¿así sin chándal y sin nada?, él me contestó, vamos hay que probar seguido, me cronometró mil metros, no me acuerdo del tiempo que hice pero sé que fue muy buen tiempo, me dijo hay que empezar a entrenar y a competir, esto fue un miércoles y el sábado ya corrí mi primer Cross, de esta manera logre mi primer pódium, me sentía Dios con una medalla y
un trofeo. Seguí por ese camino hasta los dieciséis años, pasé de ganar carreras en pueblos a ser campeón de Vizcaya, de España y Europa, durante unos cuantos años, hasta que a causa de un sobre entrenamiento tuve lesiones en las rodillas que me impedían competir y entrenar al nivel que había hecho hasta entonces. En esa época los padres y el equipo me abastecían del mejor material para el atletismo pero no recibí el seguimiento que otros padres hacían con sus hijos, estar en lo más alto del pódium con un trofeo y con un ramo de flores y no saber a quién dedicárselo para mí era lo más triste y frustrante, o que en los momentos de sufrimiento no tengas a tus padres  para animarte hasta llegar a la meta. Con todo esto quiero dar a entender que muchas veces con menos dinero pero con más apoyo personal se puede llegar antes a una meta. Coincidió también en esa etapa de mi vida que mis padres no paraban de discutir, muchas veces yo me sentía culpable, aunque no tenía nada que ver con sus enfados.

Cuando deje el deporte empecé a salir con gente mayor que yo, y lo típico de las zonas rurales: cafés completos, copas, cubatas, gaupasas….pero yo en esos momentos no le daba mucha importancia, era un chico duro y aunque tuviera resaca nadie se daba cuenta. Al ser las personas con las que salía trabajadores y manejaban dinero dejé de
estudiar en los Maristas y empecé a trabajar para disponer de mi propio dinero, así hasta los treinta años con mis más y mis menos; mi auto exigencia crecía, mi carácter se endurecía, las depresiones iban a más y la adicción también iba creciendo. Ya no bebía para disfrutar sino que lo hacía para olvidar. Entonces me di cuenta de que tenía un problema pero en realidad no lo quería reconocer.

Cambie radicalmente y retome el deporte, en concreto el ciclismo y los duatlones, ya sé que a muchas personas no les cuadra eso de ser deportista y alcohólico, pero es así. De esta forma hice muchos años, sin tan siquiera oler el alcohol, pero los hábitos y la forma de ser seguían siendo las mismas: deporte y más deporte, trabajo y más trabajo y sin descanso.

A los treinta y siete años me casé, un año más tarde nació mi hijo. El matrimonio no funcionó y decidí divorciarme, el deporte me hizo mantenerme firme en un divorcio que fue muy duro, pero fue cuestión de tiempo que cayera, todo era disciplina, trabajo, depresiones y culpabilidad.

A  los cuarenta años empezó el verdadero  infierno con la dependencia al alcohol en aumento. Empezaron las entradas y salidas de unidades de desintoxicación, ya no sólo era dependiente del alcohol sino del deporte, de mi hijo, de la familia…..pero el exceso de trabajo, de deporte porque me gusta, eran tapaderas para justificar mis consumos.

El 4 de abril del 2012 decidí incorporarme al programa de Proyecto Hombre, en el cual todavía sigo pero ya me encuentro en la última fase. Tras estar viviendo en un albergue fui a parar por suerte a la entidad de Cáritas que me ofreció cobijo, comida, ayuda económica y sobre todo y lo más importante ayuda emocional y reconocimiento al esfuerzo que estaba realizando para salir de ese infierno antes citado. Estoy seguro y sé que se me ha ayudado a más no poder, son los profesionales de Cáritas los que me han hecho ser más flexible conmigo y con los demás. Lo que más valoro es su vocación, me han enseñado a convivir con personas con un perfil totalmente opuesto al mío, no quiero decir con esto que esas personas sean mejores ni peores que yo sino que son diferentes. Esto es lo que más me ha costado asimilar, más que dejar  el consumo,
cuando llegué al piso era un auténtico cascarrabias, los educadores a base de darme palos me han enseñado a compartir espacios sin enfadarme y no sabéis bien el favor que me han hecho.

Hasta hace poco era reacio a este tipo de entidades, ahora es el día que si me piden colaboración no dudo ni dudaré en ofrecerles lo que buenamente pueda, de hecho he asistido a alguna fiesta de voluntariado y es de quitarse la boina, personas que tienen la vida solucionada se vuelcan en ayudar a personas con problemas como los míos.

En estos momentos me encuentro en un momento bastante bueno, he conocido a una mujer de la que estoy totalmente enamorado y orgulloso de ella, me está ayudando en todos los sentidos, por ejemplo llevo trece meses sin ver a mi enanito y me está ayudando a ser paciente y a disfrutar del momento, el saber  que ella está junto a mí para lo bueno y para lo malo me da tranquilidad, sé que me quiere y tengo un gran pilar donde apoyarme para rehacer mi vida. También estoy retomando un negocio que lo mande al garete. Y me he dado cuenta de que un niño lo que más necesita es cariño, que vea que sigues su  trayectoria sin incordiarle pero siempre estando ahí.

Espero que este relato le sirva a más de una persona y que les quede claro que hay que cambiar los hábitos de vida para dejar el consumo, ahora nombraré tres palabras que me dijo el párroco de Begoña, Atxotegi: Iñaki, quiero – puedo – necesito, no os olvidéis de estas tres palabras, llevándolas se consigue, está más que claro.

Presentes en la Tanspirenaica Social y Solidaria

El  pasado viernes  11 de Junio, un grupo de personas del área sin hogar y el área de adicciones de Cáritas Bizkaia participamos caminando y compartiendo a favor de la inclusión social en la iniciativa Transpirenaica Social y Solidaria.

Se trata de una herramienta de sensibilización y cohesión social cuyo objetivo es visibilizar los esfuerzos que se realizan para vencer la exclusión. El marco, los Pirineos más de 800km de travesía  en plena naturaleza.

Nuestro grupo tuvo la gran suerte de poder participar de la primera etapa que transcurre entre Hondarribia y Bera de Bidasoa.

Todavía recuerdo la incertidumbre y los “miedos” al llegar, porque no sabíamos con quien nos íbamos a encontrar, ni si quiera si íbamos a ser capaces de completar la etapa.

Pronto nos sentimos arropados y acogidos por la organización y el restos de entidades, así como con  el calor de los demás compañeros de Cáritas que tampoco conocíamos.

Comenzamos a caminar desde el cabo Higer, fue rodado y sencillo. Nos juntamos personas de diferentes nacionalidades, edades y realidades….Aquello no fue obstáculo ni barrera sino todo lo contrario, una gran oportunidad para compartir y disfrutar de una buena jornada solidaria y enriquecernos como personas.

Completamos la etapa. Llegamos a Bera con las piernas cansadas pero la mochila llena de buenos momentos, conversaciones, risas y nuevos amigos.

Lo habíamos conseguido la semilla de la solidaridad, alegría y el esfuerzo de la etapa dio fruto en nuevas amistades y nuevos horizontes.

Gracias a todos los que hicieron posibles esos momentos y mucho ánimo a los que continúan en la aventura.

ÉRASE UNA VEZ…

Unas personas que sienten una inquietud por los problemas de su entorno. Se reúnen, comparten sus preocupaciones, sus ideas. Buscan la manera para colaborar para poder ser parte de las posibles soluciones, se organizan y nace un proyecto.

Este proyecto, nació y se gestó desde el espíritu del voluntariado. Actualmente se sustenta en El Área de Adicciones,  con vocación de ayudar de acompañar, de
romper la indiferencia con la que tantas veces miramos los problemas de los demás.

Y es que el voluntariado es tiempo de afecto, de utopía. Por eso ante la percepción generalizada de incertidumbre, cuando las dificultades del día a día parecen alejar la utopía de manera irremediable, nada nos acerca tanto a ella como las personas voluntarias.

Una persona voluntaria puede definirse como aquella que por elección propia, dedica una parte de su tiempo a la acción solidaria, altruista sin recibir remuneración por ello. Son personas entregadas y desinteresadas, que desde la gratuidad y la solidaridad se han próximas a las diferentes problemáticas de la sociedad.

Para Cáritas, el voluntariado es esencial e imprescindible, es el motor de la organización pus sin ella se perdería el sentido de la comunidad.

Desde el Área de Adicciones de Cáritas queremos agradecer la implicación a todas las personas que han sido y son voluntarias de algunos de nuestros proyectos.

Muchas gracias a todas las personas que aportando un grano de arena de su propia vida consiguen cambiar la vida de los demás.

 

RECORRIDO VITAL

A principios del mes de Junio de 2014 se presenta en la puerta del centro un hombre de 36 años, en situación de calle y con un estado físico de grave deterioro.

Tras realizar entrevista comprobamos que es una persona que lleva más de año y medio continuado en la calle, con estancias puntuales en diferentes dispositivos residenciales de
urgencia en Bilbao, pero de los cuales en este momento se encuentra expulsado.

No percibe ningún tipo de ayuda económica, carece de tratamiento tanto psiquiátrico como de salud general y tampoco tiene en regla la documentación pertinente ( DNI, TIS, etc..)

Durante los primeros meses establecemos con él un vínculo de confianza posibilitando que pueda acudir al centro a pernoctar diariamente, y así poder cenar, ducharse, lavar la ropa y recibir atención de enfermería.

Le ponemos en contacto con un centro de tratamiento para retomar su medicación y poder administrársela desde el centro garantizando así una correcta toma de la misma.

Así mismo, procedemos a empadronarle en el centro para poder comenzar a solicitar algún tipo de ayuda económica que permita iniciar un proceso de inserción.

Conseguimos también coordinarnos con un centro de día para que pueda acudir durante el día a realizar cursos y talleres y mantenerse así ocupado, evitando que sus consumos sean elevados.

A finales de enero conseguimos que acceda a acudir a la Unidad de Desintoxicación de Galdakano para abandonar totalmente el consumo de sustancias.

Paralelamente hablamos con el servicio de Diputación de centros residenciales para conseguirle una plaza de larga estancia a su salida de Galdakano.

Hoy en día (10 meses después), esta persona se encuentra en un piso de inserción, su estado de salud está controlado y normalizado, ha sido perceptor de RGI hasta que ha comenzado a trabajar en hostelería hace 20 días, tiene toda su documentación en regla y ha resuelto varios temas judiciales que tenía pendientes y ha retomado el contacto con un hermano y su madre (relación que era inexistente cuando comenzó a venir al centro).

Se entiende que en este momento su situación es de inserción y ha conseguido salir de los criterios de “grave exclusión”.

CIERRA LOS OJOS

En el tiempo que llevo haciendo las prácticas en el Centro de Noche Hontza de Caritas Bilbao, he escuchado testimonios personales sobre la situación en la que están las personas por culpa de la droga. Para algunos los culpables serán ellos mismos, para mí no, creo que las personas ven la droga como una vía de salida a los problemas cotidianos y que empiezan con ella creyendo que van a poder controlarlo, hasta que llega un día en el que ven que no es posible pero ya es tarde y no pueden volver atrás.

Hay muchas definiciones sobre las drogas, la que más me gusta a mí es la que me dio una persona que ha visto su vida oscurecerse a causa de éstas, para él la droga era sentirse como un caballo con alas que estaba atado: por una parte, se sentía libre y con ambición de comerse el mundo; por otra parte, estaba atado a una adicción que no le dejaba ser del todo feliz.

Una persona que ha sido adicta, es adicta toda su vida porque siempre verá la droga con miedo, con miedo de volver a caer. Su vida se convierte en una carrera a contrarreloj donde deben convivir con la sombra de las drogas que siempre les parecerá tentadora.

Creo que la canción “Cierra los ojos” de Melendi refleja muy bien todo esto, él es una persona que salió de las drogas pero se sigue considerando adicta porque vive con miedo de recaer. Esta canción es un testimonio más, como los que escucho en el centro, de una persona que empezó en las drogas como él dice: “cuando apenas era un niño entregándome dos alas pa´volar, yo firme sin leer la letra pequeña donde ponía la hostia que me iba a pegar”, refleja a la perfección lo que hace la droga y lo que te hace sentir que aunque parezca al principio todo bueno, sin dudar, es un arma blanca más dañina que ninguna de metal.

https://www.youtube.com/watch?v=W1EV5l0CDl8

J.

PAGASARRI 26 AÑOS DESPUES………

Soy un hombre nacido en el 73, en un barrio obrero de Bizkaia muy castigado por la droga.

Desde muy joven empecé a fumar tabaco y hachís, tabaco con seis años lo probé y el hachís con 12 años.

En 1988, el 1 de enero, noche vieja, probé la heroína y me gustó. Luego seguí probando la cocaína y el speed, y el LSD, pastillas éxtasis, micro puntos = LSD más fuerte, y otras muchas sustancias.

Bueno, con 25 años probé los chutes de cocaína y me gustaba. Me estuve pinchando tres o cuatro años, pero yo no sabía pincharme. Me tenían que pinchar, y por pincharme me pegaron la hepatitis C, y eso que yo lo hacía con jeringuillas nuevas, pero en un descuido me cambiaron la jeringuilla y me la pegaron.

Ahora con casi 42 años tengo: Hepatitis C, me han diagnosticado un trastorno psicótico no especificado, depresiones recurrentes, deterioro cognitivo, y otras muchas secuelas derivadas del consumo.

Tenía a mi difunta madre con esclerosis múltiple. Tuve que estar cuidándola, con mi padre, unos veintidós años. Se murió hace ocho años.

He pasado por cinco centros. Uribe Kosta, Proyecto Hombre en el 96 (fue el primer centro; entré con 23 años todo enganchado a la heroína), luego estuve en Agiantza un año y medio, en Novia Salcedo llevo casi diez años y en el Centro de día que estoy ahora, en Bizitegi, llevo veintiún meses.

He sufrido mucho con mi madre, con la droga . He sobrevivido de milagro, después de tantas desgracias ahora estoy en el buen camino. No me estoy drogando. Llevo desde el catorce de agosto sin drogarme. Solo fumo quince cigarrillos al día. Me ducho todos los días, cosa que no hacía antes. Me cambio de muda todos los días y me lavo los dientes cuatro veces o cinco al día, cosa que tampoco hacía antes.

He cambiado. Estoy en un piso de Acogida de Caritas y Diputación. Me tratan bien. Yo me estoy esforzando y parece que va la cosa bien porque yo con las depresiones no salía de casa en ocho o diez años. Solo salía para bajar a pillar o bajar a mi perra pero no tenía ambiente social, todos mis amigos se han muerto por la droga, el sida o suicidios o cirrosis. Soy un superviviente y espero que esta sea la definitiva.

Yo se que la toxicomanía es para toda la vida y tendré que estar atento todos los días de mi vida si no quiero volverá caer, que yo no quiero, pero aún así la gente cae. No voy a andar con gente negativa, voy a intentar ir al monte o a alguna escuela de salidas de monte fáciles para conocer gente positiva.

Con mi educadora del piso fui al Pagasarri. Yo pensaba que no iba a subir nada porque desde 1988 no subía, y subí. Tarde setenta minutos de reloj en subir y anduvimos diecisiete kilómetros aproximadamente. Me veo bien, contento conmigo mismo. En la piscina buceo y aguando veintidós segundos bajo el agua. En el Centro al que voy hacemos un montón de actividades. Está muy bien. Y en el piso cocinamos y hacemos responsabilidades.

He cambiado mucho. No quiero ser un toxicómano toda mi vida. Quiero ser yo mismo. Sin ataduras ni cadenas que me obliguen a hacer cosas que no quiero. Estoy seguro esta es la definitiva, aunque nunca se puede decir de esta agua no beberé, pero yo creo que si porque tengo más años, más experiencia y más vida, y estoy asqueado de toda la clase de droga.

Con esto quiero decir que si he sido capaz de ir al Pagasarri después de 26 años, voy a poder con todo, y dar este mensaje a la gente que quiere dejar la droga: Lo primero es querer y lo segundo dejarte ayudar y lo tercero, personalidad y saber decir que no. No estar con gente negativa y luchar día a día. Para la gente que quiere hacer algo con su vida y que está hasta las narices de la droga, que se deje ayudar y que ponga de su parte, pero para llegar a este punto tiene que sentir que te da asco la droga, querer de verdad y haberlas pasado muy mal para valorar la vida tal y como es.

Y sin más, espero que cojáis mis consejos. Si con esto ayudo a personas a tomar la decisión de salir de la droga contento me quedo, porque todos somos humanos y nos equivocamos, y de las equivocaciones y errores se aprende. Con cariño.

Anónimo

EL PRIMER AÑO EN ASTRABUDUA

 

El 3 de octubre el Piso de Insercion del Área de Adicciones de Cáritas se trasladó a Astrabudua, junto a la Parroquia.

Hace ya casi un año que nos vieron llegar a Astrabudua las grúas de la ría y la Virgen del patio o viceversa…; sin duda fecha para recordar y para celebrar por la acogida recibida tanto del pueblo como de la comunidad parroquial, así como por la ilusión y el trabajo hecho por los que en esta casa vivimos y convivimos para tener una vida mejor.

Si echamos la mirada atrás hay  que reconocer que  salimos de Bilbao con pena; allí dejábamos el bullicio de la capital y la proximidad a los recursos, y el recuerdo de lo aprendido durante esos años y de las personas con las que lo aprendimos… Pero los compañeros/as del piso de acogida necesitaban más que un piso, necesitaban un hogar… y sabíamos que aquel era su sitio.

Así que nos instalamos en Astrabudua, la acogida de este pueblo con tanta identidad hizo que la pena se convirtiera en alegría e ilusiones renovadas… empezamos a soñar y a visualizar lo que podíamos ser en Astrabudua, y a construir otra nueva realidad en un lugar diferente. Comenzaba otra etapa para el Piso de Inserción.

LUCHA DE GIGANTES

 

Lucha de gigantes

Convierte,

El aire en gas natural

Un duelo salvaje

Advierte,

Lo cerca que ando de entrar

En un mundo descomunal

Siento mi fragilidad.

Vaya pesadilla

Corriendo,

Con una bestia detrás

Dime que es mentira todo,

Un sueño tonto y no más

Me da miedo la inmensidad

Donde nadie oye mi voz.

Deja de engañar

No quieras ocultar

Que has pasado sin tropezar

Monstruo de papel

No sé contra quien voy

O es que acaso hay alguien más aquí?

Creo en los fantasmas terribles

De algún extraño lugar

Y en mis tonterías

Para hacer tu risa estallar

Deja de engañar

No quieras ocultar

Que has pasado sin tropezar

Monstruo de papel

No sé contra quien voy

O es que acaso hay alguien más aquí?

Deja que pasemos sin miedo.

Antonio Vega

Deja que pasemos sin miedo…pasaste muriendo en vida y moriste solo, lejos, exiliado hasta de ti mismo y de la única manera que pensábamos que podía ser, de la única manera que hubiésemos querido que no fuera…

Monstruo de papel, corriendo con una bestia detrás…corriendo como una bestia hacia el monstruo de papel, corriendo como una bestia hacia el dolor, gritando, huyendo…

Dime que es mentira…dime que no viviste en una mentira, que la mentira no estaba en ti, que mentiste sabiendo que era la única manera de decirnos la verdad, de decirte la verdad.

Porque la único que sabemos es que no estás, que huiste de verdad y para siempre, que te fuiste y habrás escuchado, por fin, tu voz en medio de la inmensidad.

URKIOLA MUCHO MÁS QUE UN PARAJE NATURAL

 

Mi experiencia de la estancia en Urkiola fue muy gratificante, el entorno pleno de belleza natural me permitió disfrutar de mi hobbie preferido, así como conocer a mi compañero fuera del entorno cotidiano.

Cuando llegamos nos recibió al que a la postre resultó ser un excelente anfitrión, él nos deleitó con varios relatos de bonitas historias sobre el paraje en el que nos encontrábamos.

Respecto al tiempo tuvimos casi de todo, una lluvia y niebla que dotaba al entorno de un misticismo único y el último día un sol excelente que nos llenó de alegría para poder contemplar desde lo alto del monte unas vistas excepcionales, así que podría decir que resultó una experiencia muy positiva para mi persona.

Txetxu González

elcorreo.com

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