Preparación y fortalecimiento de las comunidades, claves para afrontar la temporada de huracanes

El 1 de junio comenzó la temporada de huracanes en el Atlántico, y el 15 de mayo en el Pacífico. Ambas temporadas se extienden hasta el 30 de noviembre. Para la temporada en el Atlántico, las predicciones anuncian que puedan presentarse diez tormentas con intensidad suficiente para ser nombradas. De esas diez, se prevé que cinco se conviertan en huracanes moderados y dos de éstos en huracanes intensos, de categoría entre tres y cinco en la escala Saffir-Simpson. Con estas cifras, la actividad ciclónica en 2012 sería menor que en 2011, pero eso no evita que pueda producirse algún gran huracán con efectos devastadores.

Los países centroamericanos, México y los países del Caribe ya han revisado sus planes de contingencia para estar lo mejor preparados posible.

La preparación para la respuesta es clave para tener una mayor rapidez en la propia respuesta y para ello hemos trabajado en los meses anteriores a la temporada con la Cruz Roja de los países que pueden verse afectados. Igualmente, la prevención y la información a la comunidad son extremadamente importantes, dado que son fenómenos predecibles y al ser pronosticables se sabe su itinerario y podemos avisarles e informarles previamente de cuales van a ser las posibles consecuencias para que estén preparados.

Operaciones como la de Haití nos han demostrado que debemos tener una flexibilidad mayor a la hora de responder, una prevención mayor y una comunicación mayor con los beneficiarios. Es importante que la información con los beneficiarios sea en dos vías, para informarles con anterioridad y para saber cómo evoluciona su situación una vez que sucede un desastre. Para ello, la Cruz Roja de cada país, a través de sus voluntarios, realiza a diario un trabajo en el que hace especial hincapié en el refuerzo de las capacidades de las comunidades y en la prevención derivada del riesgo urbano.

Para hacer frente a la temporada de huracanes, Cruz Roja dispone de un delegado experto en manejo de desastres en Panamá, donde se encuentra la Unidad Panamericana de Respuesta a Desastres (PADRU, por sus siglas en inglés) de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, y además cuenta con delegados en otros países de la región como Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador, República Dominicana y Haití, que apoyarían en caso de emergencia.

Así mismo, la Institución cuenta en España con tres centros logísticos, situados en Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid, con capacidad para asistir a 6.500 familias con materiales de emergencia, que podrían ser enviados en menos de 24 horas ante un eventual desastre. A ellos hay que añadir el centro logístico de Canarias, que forma parte de la estructura global de la Federación Internacional en el mundo.

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elcorreo.com

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