Las intensas precipitaciones que están afectando a la región central y occidental de África han ocasionado graves inundaciones en 16 países del continente, especialmente en Senegal y Burkina Fasso. La capital de este último país, Ouagadugu, es de las zonas más afectadas por las luvias y, según la delegada de Cruz Roja Sara Vaca, hay ya unas 150.000 personas desplazadas. Para hacer frente a esta situación, Cruz Roja Española, en colaboración con la Cruz Roja y la Media Luna Roja de los países afectados, está trabajando en labores de evaluación y en la distribución de ayuda de primera necesidad que ya está posicionada en almacenes de ayuda humanitaria distribuidos en diferentes países, como el que financia la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrrollo (AECID) en Senegal. El Centro Logístico que tiene Cruz Roja en Canarias será también uno de los puntos desde los que se envíen materiales de emergencia como tiendas de campaña, según apunta Jaime Bará, responsable de Cooperación para África de la institución humanitaria: “Estamos preparando ahora el envío de unas 200 tiendas de campaña a las zonas afectadas e iremos ampliando la intervención en función de la evolución de la situación”.
Las principales necesidades de la población afectada consisten en alojamiento y la dotación de agua y saneamiento, según indica Óscar Llorente, delegado de Cruz Roja Española en Senegal, que se encuentra actualmente evaluando el impacto de las inundaciones en distintas áreas de este país. “Los daños varían mucho en función de las regiones, pero son especialmente graves en los barrios periféricos de las ciudades, que no disponen de las mínimas infraestructuras básicas de agua y saneamiento”, indica Llorente. 
“En estos momentos estamos trabajando en la distribución de kits de emergencia básicos que incluyen bidones de agua, pastillas potabilizadoras, mantas y distintos materiales higiénicos, pero urge la puesta en marcha de proyectos de agua y saneamiento para asegurar la disponibildad de este recurso y para evitar la aparición de brotes epidémicos”, recalca el delegado de Cruz Roja.
Las inundaciones han dejado a decenas de miles de personas sin hogar (muchas de las viviendas en áreas rurales son de adobe) ni medios de vida, al anegar cultivos y provocar la pérdida de incontables cabezas de ganado.
