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Frente a las prácticas monitorizadas y burocráticas que producen el borramiento de las subjetividades contemporáneas, proponemos un modelo de acompañamiento social que apuesta por un profesional capaz de sostener su responsabilidad, su lugar y sus propios juicios valorativos. Considero indispensable explicitar, cercar y discernir una forma de entender la profesión y las prácticas sociales que tenga en cuenta tanto la subjetividad de nuestra época como los nuevos escenarios sociales.
El acompañamiento social se presenta como una alternativa metodológica frente a los nuevos tiempos de la atención social y la relación asistencial, diversificada y en red. Un modelo que apuesta por la singularidad radical de toda persona, teniendo en cuenta tanto los nuevos discursos sociales como las problemáticas emergentes de nuestra época. De esta manera aparecen, desde diferentes lugares, iniciativas que abordan la cuestión de la atención social desde otros lugares, con otras miradas.
Esta perspectiva presenta alternativas más flexibles y más acordes a las características actuales de la red de atención social siendo capaz de acoger, dar asilo, a las particularidades de las personas. Posibilitando así la creación de programas, estrategias, dispositivos y acciones que atiendan a estas singularidades, como punto ético irrenunciable.
Uno de los principales puntos de anclaje de este modelo de atención es el respeto al otro, a su singularidad, a su modo de vida, a su dignidad como persona, a su responsabilidad y a su capacidad de decisión, no siendo competencia del profesional invocar su autoridad para producir un mayor control social sobre el ciudadano, presionarle o imponerle sus propios criterios u objetivos. La relación con el otro, la necesidad de abordar ciertas cuestiones en compañía, el poder terapéutico de la palabra y la escucha, en definitiva, la importancia de la relación es lo que se pone en juego cuando hablamos de las potencialidades que nos ofrece la figura del acompañamiento. Toda persona necesita de alguien con quien contar, con quien contar-se, es decir, incluirse. Es en la relación a un otro, en la transferencia, donde cada uno de nosotros podemos producirnos como sujetos.
El presente taller propone abordar algunas de las nociones del acompañamiento social y terapéutico en el campo de las prácticas sociales, el trabajo con el otro y sus problemáticas emergentes. Con el fin de producir una práctica más coherente, ética y respetuosa con las personas.
Cosme Sánchez
Técnico en intervención social
Martes 1 y 8 de Marzo
Universidad de Deusto
