OTRO 1 DE DICIEMBRE MÁS…

 

Otro 1 de Diciembre más… Y no es cualquier 1 de Diciembre.

Es el 25º Primero de Diciembre para la Comisión Ciudadana Antisidade Bizkaia. Una andadura de 25 años da para mucho. El VIH/Sida, aquí donde vivimos, no es una enfermedad mortal, sino una infección crónica. Esto es debido a un enorme avance científico.

Grafiti en la Calle Dos de Mayo, San Francisco, Bilbao.

 

Este cambio que parece tan simple, positivo y aliviador no está todavía interiorizado por la mayoría de la población. No nos lo acabamos de creer. Podemos entenderlo, y pensar en esa realidad, pero cuando es ajena, cuando le sucede al “otr@”. Cuando soy yo, la persona que está ante la posibilidad de tener el VIH, no es una infección crónica más. Es sinónimo de enfermedad, de vergüenza, de culpa, de arrinconamiento, de sufrimiento, de “nunca más podré tener pareja”, y de “me voy a morir pronto”, de “y esto, a quién se lo cuento!!!”, en definitiva, de “se me acabó la vida normal”.  Estas son frases que expresan las personas cuando vienen a realizarse el test de VIH y Sífilis en nuestra sede. Desde que comenzamos a realizar este proyecto en junio de 2008, hemos realizado 2166 test. 24 de ellos han dado positivo a VIH.   

Como el resultado lo damos en 20 minutos, ese tiempo lo aprovechamos para hablar con las personas sobre los principales miedos que le asaltan ante la posibilidad de dar positivo. Se anticipa esa posibilidad, y se resuelven dudas, y malos entendidos. Pero por mucha información veraz, actualizada, cargada de evidencia científica que les demos, muchas personas siguen diciendo que prefieren tener una enfermedad terminal al VIH. Cuando les decimos que las personas que se infectan por VIH hoy ya no se mueren, lo entienden. Probablemente no desconfíen de dicha información, pero en ese momento, esos minutos de incertidumbre antes del resultado, no se lo creen de verdad, no lo asimilan para su vida. El miedo es irracional, y sale campando a sus anchas. Es lógico. Para la mayoría de las personas, el VIH a priori, supone la imposibilidad de ser querid@, aceptad@ e integrad@.

Las ONGs, instituciones, y demás estamentos, venimos trabajando porla normalización. Informary sensibilizar sobre esto del VIH. Reducir la discriminación, y así conseguir equidad y normalización. Esto es un trabajo de tod@s las personas de esta sociedad.

Lo que no es del todo lógico ni congruente con la situación anterior, es que la “normalización social del VIH” se imponga por el artículo 33. El hecho de que el VIH engrose una lista de infecciones crónicas, y ya no mortales, no significa que haya que descuidar los aspectos sociales de dicha infección.

En este caso, la ciencia va muy por delante de la sociedad. Segúnla ciencia, una persona que se infecta por VIH hoy en día, va a tener una vida perfectamente normal. Tendrá que tomar un tratamiento consistente en una o dos pastillas diarias, tendrá que tener un control médico periódico, y tendrá que utilizar preservativo (cosa que las personas sin VIH, también). El resto, todo lo demás que nos asusta de la palabra SIDA, tiene que ver con lo social, y por tanto el cambio está en nuestras manos.

Marta Pastor

martapastor@bizkaisida.com

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