Algunos aportes al proceso de inserción desde el ocio

 

¿Pensaron alguna vez que si no fuera por todos nadie sería nada? Mafalda

Todas las personas en procesos de inserción social deben recorrer un camino que la mayoría de las veces es largo, complejo y lleno de dificultades. En todo este proceso, la presencia del ocio, el disfrute del mismo a través de diferentes actividades y propuestas, se convierte en un facilitador muy eficaz que debiéramos utilizar siempre que sea posible.

Mural calle Bailen, San Francisco, Bilbao.

Aunque los motivos por los que las personas están haciendo procesos de inserción / inclusión social son muy diversos (drogas, prisión, prostitución, inmigración, enfermedades, discapacidades, jóvenes…) y cada uno tiene sus propias especificidades, no podemos obviar que también tienen sus puntos en común. Normalmente son procesos largos, complejos con nuevas formas de funcionamiento, con varios niveles de trabajo: educativo, médico, terapéutico… Procesos en los que tienen que identificar y trabajar sus dificultades, enfrentarse a ellas, superarlas, en los que deben aprender a conocerse y aceptarse, en los que las personas tienden a mostrar muchas dudas, desconfianzas y miedos. Es bastante habitual que estos procesos sea un sube y baja de emociones y dificultades en los que sienten tristeza, desmotivación, dudas, miedos, cabreos, cierta ansiedad, sensación de estar perdidos, baja autoestima, estrés…

En una ocasión preguntamos a grupos en procesos de inserción cuales eran algunas de las dificultades que estaban encontrando en su proceso. Hablaron de agobio, estrés, dudas, comerse la cabeza, tensiones, frustraciones, desmotivación, miedos, aburrimiento, no saber qué hacer, ni para qué, ni dónde ir, soledad… Y justo en ese momento comenzamos a realizar un trabajo específico y concreto de actividades y dinámicas de ocio (que respondía a sus necesidades, gustos y demandas) como apoyo a los procesos educativos, terapéuticos y sociales.

Un mes después nos sentamos con el grupo de trabajo, ya con la percepción de que las relaciones dentro del grupo eran mejores y el ambiente menos cargado, y les preguntamos que aportes les había ofrecido la vivencia de las diferentes actividades y propuestas de ocio. Hablaron de motivación, descanso, de pasarlo bien, de disfrute, de despejarse, reírse, llenarse de energías, rebajar tensiones, no comerse la cabeza, salud, diversión, satisfacción, evasión, liberación, descubrir nuevas cosas, sitios, de mejorar calidad de vida.

Y es que todo trabajo que debemos realizar, sea cual sea pero más cuando, como los procesos de inserción / inclusión social, es muy complejo y estresante, se realiza mejor si lo acompañamos de la risa, de la diversión, del entretenimiento, si lo acompañamos desde diferentes ramas artísticas que permitan la expresión de las emociones, si lo facilitamos desde las energías positivas que impulsa el ocio. Seamos creativos, precisamente en un espacio y con un espacio en el que la creatividad es una de las razones de ser, añadamos esta herramienta, este medio, a nuestros procesos de inserción / inclusión social… es todo ganancia. No olvidemos que trabajamos con personas, que las personas son el centro de nuestro trabajo y que buscamos su bienestar, su calidad de vida y el ocio es uno de los grandes caminos por los que transitar para obtener estos objetivos.

Gaizko Cirión, agente social. Ociotopia

gaizkocz@hotmail.com

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