De ti depende que pueda ofrecerse un rayo de esperanza
Cada día nos encontramos con situaciones más complejas en las que las personas atrapadas en ellas no cuentan con una red de apoyo (familiar, amistades, vecinos…) que les pueda servir de ayuda. Personas muy afectadas por la crisis en las que se entremezclan el desempleo, la pérdida de vivienda, enfermedades mentales, ruptura de relaciones personales y familiares, pérdida de la autoestima… Colectivos en los que aumentan las mujeres con hijos e hijas a su cargo, que manifiestan la pobreza infantil que se oculta en nuestra sociedad.
Tampoco encuentran respuesta en las instituciones públicas. Las políticas públicas que atienden las realidades de pobreza son insuficientes. Además faltan recursos para afrontar las consecuencias de la crisis (desempleo, desahucios…) o para abordar el problema de las enfermedades mentales. Con los recortes sociales y con el endurecimiento de los requisitos para acceder a la Renta de Garantía de Ingresos muchas personas quedan desprotegidas.