“Felicísima”
Comienzo mi serie de protagonistas, llamaré así a cada post que dedique a uno de nuestros colaboradores, personas normales que se asoman a nuestro rinconcito solidario, personas normales que un día realizan acciones excepcionales, aquí va el primer ejemplo.
La llamamos Feli, Manu me contó hace semanas de ésta colaboradora que llegó al Lepanto un día bastante contrariada, os cuento porqué. Llamó a la Fundación Vicente Ferrer para hacer un apadrinamiento, tenía una condición: que fuera una niña. Feli sabe lo difícil que lo tienen en general las mujeres en todo el mundo y más cuando son pobres. Suponemos que pensaba en esto al hacer su solicitud, sabe que en India ser mujer es una carga económica para los padres desde que nacen. Solo pensar en la dote que tendrán que pagar cuando esta se casa hace que el nacimiento de una pequeña sea una mala noticia, los padres se hipotecan de por vida.
La Fundación Vicente Ferrer sabe mucho de pobreza y exclusión, tiene un área de trabajo y programas específicos que se dedican al empoderamiento de las mujeres. Sin embargo el proyecto de apadrinamientos es totalmente equitativo, no importa si se es niña o niño porque quién se beneficia es toda su comunidad; creando escuelas, sistemas de regadío, programas de nutrición y una variedad de proyectos dentro de las seis aéreas sobre las que trabajan; Educación, Sanidad, Ecología, Mujer, Vivienda y Personas con discapacidad.
Pasó entonces Feli, como os decimos, a tomar un café al Lepanto y habló con Manu, tras charlar un rato y viendo que este punto era muy importante se le preguntó a la Fundación si era posible una excepción. Finalmente gracias al empeño de personas se ha podido hacer y Feli ha dicho: “quiero dos niñas, dos hermanas”. Se ha encontrado una familia, no ha sido fácil pues el trabajo de búsqueda es casi manual, por fin dos niñas de 6 y 9 años, tienen otra hermana de 3 y Feli ha dicho sí a las tres chicas y Manu ha dicho sí a verlas en su próximo viaje Anantapur.
Entonces pondremos su foto en el blog, de momento pongo a Rajakumari y Bramhaiah, nuestros apadrinados.
Celia y Manu