Las condiciones de vida de la comunidad dálit, grupos tribales y castas desfavorecidas de las zonas rurales son muy precarias, en parte porque viven en colonias separadas de las castas superiores y alejadas de los servicios públicos de los que dispone el gobierno local (pozos, letrinas, escuelas, centros de salud, etc). El acceso a la educación es un requisito imprescindible para lograr el desarrollo personal y comunitario de estas personas.
La educación dota a los y las beneficiarias de una significativa mejora en su calidad de vida, seguridad para el futuro, así como del reconocimiento social y familiar del que nunca antes habían disfrutado. Por ello, la Fundación Vicente Ferrer, a través de su contraparte local RDT/WDT, ha puesto en marcha este proyecto para dotar a 508 niñas de secundaria de bicicletas que le permitirán seguir acudiendo a las escuelas de secundaria del
gobierno. Durante el proceso de puesta en marcha de este proyecto, se potenciará la capacidad de autogestión y organización de la comunidad, incrementando sus habilidades y capacidades y la confianza en sí mismos – como personas y como colectivo- poniendo un especial énfasis en la participación de las mujeres y en su integración en la toma de decisiones, así como en el fomento de la solidaridad y la cohesión social.