Este es el lema de la campaña que Cáritas Diocesana de Bizkaia lanzara el 30 de septiembre. Aunque como veis ya vamos calentando motores y en las redes sociales se va extendiendo la información. Aun en medio de una crisis, que nos toca de muchas formas a toda la población, ni Cáritas Bizkaia ni Bidesari queremos dejar pasar la oportunidad de recordarnos a todos que hay colectivos que por su situación de especial vulnerabilidad social acusan con mayor dureza el momento socioeconómico que vivimos. Como leía el otro día en un blog de un grupo de colegas de profesión, hay personas que siempre han estado en crisis!!!!
El trabajo directo en el piso de inserción de Bidesari como educador social me permite afirmar que efectivamente la crisis se ceba más con los más débiles, o dicho de otro modo con aquellos con los que ya antes de entrar en esta “crisis oficial” ya las venian pasando canutas. Yo acompaño a personas que en su día estuvieron en la cárcel, y que emprendieron un largo y duro proceso para afrontar su dependencia de las drogas, un proceso educativo y terapéutico para madurar personalmente y adquirir los hábitos y destrezas necesarias para vivir en medio de nuestra sociedad de un modo autónomo y responsable. Pues bien, estas personas en el piso de inserción se disponen a afrontar la última etapa de su proceso, son los ultimos meses antes de supuestamente dar el salto a esto que los educadores sociales llamamos vida autonoma o normalizada. En este piso el equipo de educadores tratamos de acompañarles a estas personas en la consecución de objetivos tales como: adquisición de formación para aumentar su grado de empleabilidad, continuar llevando una vida marcada por la abstinencia de toda sustancia, adquirir y asentar hábitos de ocio saludables, búsqueda de empleo, intentar acceder a alguna ayuda social que les permita en algún momento independizarse, cuidar su salud, intentar recuperar algún lazo familiar , encontrar a algunas personas con la que mantener relaciones normalizadas, optar a algun tipo de vivienda en alguiler….etc.
Como os podréis imaginar con la que esta cayendo muchos de estos objetivos a veces parece misión imposible. Son personas con una baja cualificación profesional en al mayoría de los casos, y con cinco millones de parados en el País…encontrar un trabajo es una tarea cuanto menos ardua. Simplemente para acceder a un curso de de formación de Lambide o en cualquier lugar…..las cosas se ponen cuesta arriba porque, como no podía ser de otro modo, las personas que están en paro no se quedan en casa esperando sino que aprovechan y se forman. Esto implica que los cursos desde que entramos en la crisis están más demandados, que la oferta se queda muy pequeña, que los procesos de selección para los cursos de formación son mucho más exigentes….y esto implica que las personas que estan en esta etapa de inserción, (son esas personas que estuvieron en prisión, que llevan del orden de 18 meses currandoselo primero dentro de prisión y luego fuera, para dejar las drogas, adquirir unas habilidades sociales, siedo responsables con sus citas medicas, terapeúticas, judiciales, yendo religiosamente a firmar a prísión, a las analíticas para objetivar que no se drogan, haciendo las labores domésticas del piso donde viven, con una vida absolutamente austera porque ahora mismo para cobrar una RGI puedes estar esperando del orden de 6 meses y no tienen ni para tabaco y no es una expresión hecha,es literal…..Digo que, estas personas lo tienen más difícil a muchos niveles que la población general para conseguir superar esos procesos de selección y por lo tanto conseguir hacer un curso de soldadura, de pintura o de otra cosa cualquiera y la cosa se dilata en el tiempo…. y desespera al más pintado.
Muchas veces cuando vuelven por la mañana a comer en el piso, sus caras lo dicen todo: ” Me han dicho que solo me puedo apuntar a dos cursos, no a todos para tener más posibilidades de que me cojan en alguno como quería yo….” ” Ah!! Me dijeron también que en el primero que me he apuntado hay otras cincuenta personas apuntadas…..y las plazas son para 15…..”
Si a la realidad de las personas privadas de libertad le añadimos otras variables que comfluyen como enfermendad mental, drogodependencia, inmigración, desarragio del ambiente familiar, enfermedades cronicas…falta de las habilidades sociales necesarias ….nos podemos imaginar que el horizonte que se dibuja para estas personas en este momento tan duro de por si para todos….es un horizonte marcado por la desesperanza…
El otro día decía otro chico del piso de inserción, que viendo el telediario se deprimía, porque me decía él: “ habiendo tantos parados y tan bien preparados…..como voy a encontrar un trabajo yo que no tengo estudios ni formación profesional ni nada….”
Deseo que esta campaña de Caritas Bizkaia 2012 y en la que participamos Pastoral Penitenciaria y Bidesari, sea una oportunidad para que reflexionemos y conozcamos la realidad de las personas privadas de libertad. Una realidad que está formada por hombres y mujeres que quieren vivir entre nosotros como uno más, y para ello se esfuerzan cada día en crear un estilo de vida marcado por la honestidad, el trabajo, la autonomía y la responsabilidad. Es de justicia por lo tanto que nos comprometamos y acompañemos su esfuerzo para que no sea baldío ni se ahogue en medio de las dificultades.
Roberto Vidal. Educador social en Berrituak,piso de inserción de Bidesari.
