Ostentosa riqueza en la crisis

Hola querid@s emnautas.

Aquí estamos de nuevo. Hoy no, desde luego para encontrar lo positivo de la vida. El tema es pesado y pone de mal humor, pero es así. Tal vez sea una manera de soltar “mala leche” Disculpen las molestias

Y vengo yo pensando ¿cómo es posible que en este momento de debacle económica mundial, la peor desde la Gran Depresión del siglo pasado, y con tantas personas pasándolo realmente mal para satisfacer sus necesidades básicas aparezcan, cómo es posible decía, que aparezcan programas televisivos sobre la obscena riqueza de algunas personas?

¿Cómo son posibles los sueldos vergonzosos de deportistas, actores, artistas, estrellas televisivas sin fundamento, banqueros y yo que sé qué más? Muchos dicen que sí, que generan ese dinero. Sí ya, vale pero ¿Cómo nos hemos podido creer esta cultura del despilfarro-asesina del planeta-engañadora de los más pobres, en la que se piden créditos para ir de vacaciones, para la comunión, para, para… y todos tan tranquilos?

Y la especulación que ya no sólo es de empresas sin escrúpulos sino también de tu vecino que aprovecha la burbuja inmobiliaria y el piso que compró pretende venderlo por el doble.

Y la corrupción entre políticos que sólo miran por sí mismos sin interés real por el bien común. Ellos sí que sí: se ponen, suben y bajan su sueldo, su pensión vitalicia tras pocos años de trabajo… ¿Cuántos años debe cotizar un trabajador?

Esta crisis que pagarán los más pobres… Todo esto sin entrar en las personas que mueren de hambre, que merecería otro capítulo aparte.

Es como una cultura de aprovéchese, extorsione, robe al vecino (o a todos, encuentre su paraíso fiscal), que no se entera nadie.

Pues en esta tesitura aparecen estos programas de gente que impúdicamente expone sus casas, sus riquezas, su estrés que nos da risa.

Mujeres de Hollywood, nuevos ricos orgullosos de su patrimonio, casas de lujo, yates… y en TV ¿para escarnio de los nuevos pobres, los indigentes, los que mueren de hambre?

Y todo ello con alto índice de audiencia, porque estos programas y espacios siguen emitiéndose. Si no la tuvieran, no seguirían. Yo también los he visto alguna vez, lo confieso. Mascullando ¿pero para qué quieren tanto? Pero los he visto. Los de la opinión de “es lo que generan” me dirían que es envidia que tengo. Es el triunfo del Tener frente al del Ser. Acaso cumple una función de consolación, de distraerse hablando mal de otros, hablando de sus vidas… Un bálsamo psicológico frente a estos tiempos terribles…como el fútbol…

¿No podría ser el ayudarnos unos a otros? ¿Repartir entre todos las riquezas? Qué tontería, qué ilusa.
Pero alguien tendrá que decirlo ¿no?

¿Cuánto necesitamos? Acaso la medida sea lo que tiene el vecino. Y lo que hay en venta. Todo está en venta. Aparecen movimientos de consumo responsable. Muy fácil: compra lo que necesitas, consume la energía que necesitas, respeta el planeta y a todo los seres vivos. También bancos de tiempo, uno ayuda a otro. Maravilloso. Movimientos de comercio justo, simplicidad…

Es complicado, la verdad, pero también un poco alucinante, surrealista… que según va avanzando el conocimiento en todos los ámbitos también vaya avanzando el desarrollo de maneras de “aprovecharse” de los demás y de destruir el planeta por la codicia, avaricia sin límites del ser humano.

Da para pensar si verdaderamente “el hombre es un lobo para el hombre” que decía Hobbes o, al contrario, “es bueno por naturaleza” que dijo Rosseau. Pero semejante dilema filosófico daría para mucho rato.

Bueno, emnautas espero no haberos puesto de mal humor.

Os deseo todo lo mejor.

No os olvidéis de buscar la chispa de la vida en cada esquina. A pesar de todo eso, estamos aquí, y estamos vivos. Aprovechemos, porque esto son tres días, y dos llueve

Cordiales saludos
Laura

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