Sin título. No tengo palabras

Hola emnautas y emnautos:

¿Cómo va eso? Yo os puedo decir que voy bien, más o menos bien. Bueno, en esa acepción que le damos los que no nos quitamos de encima a esta caprichosa y pesada okupa, que es algo así como: “no he empeorado últimamente, así que, ni tan mal”.
Pero estoy optimista e intentando aprovechar todo lo que puedo y me gusta. Empeñada en poder con ella, o, por lo menos, que no “saque los pies del tiesto”; para lo que considero imprescindible encontrar las cosas buenas que pasan en mi vida, y hacer-por que sean posibles nuevas experiencias satisfactorias. Nunca me he tumbado a compadecerme y decir “hasta que no salga un tratamiento… “

De momento, no he vuelto a tener noticias de Neury, nuestra querida neurona (podemos llamarla así ahora que es famosa ¿os parece?) así que mientras esperamos, vamos a otra cosa, mariposa.


Ahora, con todo lo que ocurre, con la crisis, las catástrofes… parece que todo se derrumba ¿no?

Desde hace 10 días nos levantamos todos los días con noticias de Haití, pueblo paupérrimo antes y ahora más todavía. Y nos acordamos de ese popular refrán; a perro flaco todo se le vuelven pulgas. Y así es, los más pobres son los más vulnerables y si se pensaba que este país ya no podía ir a peor (¿alguien pensó en este país antes?¿alguien volverá a pensar después?) pues aquí tenemos la realidad. Sí podía ir a peor. Y fue.

Y los países se pelean porque lo que hacen unos les parece mal a los otros, aquellos que ni se habían acordado de Haití, ahora recriminan a los demás y les parece mal lo que hacen. Y nadie es capaz de poner orden en aquel lugar del que parece que Dios se olvidó. Y La ONU, víctima también, inoperativa, la UE muy lejos, EEUU desembarca sus marines (la pregunta latente es ¿cuánto tiempo se quedarán?), hay países que aportan sus versiones “conspirativas”, obispos a los que les parece más importante salvar nuestras almas, saqueos, y las calles llenas de cadáveres sin enterrar, peligro de enfermedades, toldos de plástico como hospitales, amputaciones sin morfina, cooperantes con su seguridad amenazada …

Y nadie sabe por dónde empezar ni cómo poner orden. Y se venden niños, y se apalea a los que han conseguido algo de comida y las mafias, como hienas, ganan todo lo que pueden.

Iniciativas solidarias mil, y la pregunta pero ¿les llegará? ¿cómo podrán organizarse? Y los que harán grandes negocios…

Y esa idea de la naturaleza humana que se nos queda en un run-run… Aquí sale todo lo malo; la ira de la desesperación lo empuja, pero ¡cuidado! ¡y la codicia!

Pero también todo lo bueno: la fuerza para sobrevivir, (¡se encuentran personas vivas!), las personas que colaboran sobre el terreno, sean religiosos, cooperantes, marines, soldados españoles o cascos azules, médicos, enfermeras, industriales o bomberos… los que colaboran desde lejos…
Va a hacer falta mucho, mucho, mucho… De todo, además.

Bueno pues os dejo con este pequeño desastre que nos encoge el corazón pero que sí nos tiene que hacer ver las cosas desde otra perspectiva.

Sí, nosotros europeítos blancos con nuestro móvil última generación, el portátil y jugando a la wi, niños y niñas ricos, tenemos que darnos cuenta de la infinita suerte que tenemos por haber nacido en este lugar del mapa-mundi, más arriba, más a la izquierda, o a la derecha…

También podemos reflexionar sobre las causas de la pobreza. ¿Y estar agradecidos a la vida? Y disfrutar lo que tenemos porque en un segundo se puede ir todo a la porra. ¿Y ofrecer nuestra colaboración?

No nos vamos a hacer el hara-kiri por ser europeos pero poner las cosas en su perspectiva, sin mirarnos tanto al ombligo, nos hará ser mejores personas, con nosotros mismos (a veces somos nuestro peor enemigo) y con todos los demás.

Sí, sí, eso que no se dice ya, ser buena persona, solidaria, o como queráis. En cristiano se dice arrimar el hombro para entendernos y ayudarnos entre todos. En este mundo globalizado hay tantas cosas en las que ayudar… Teniendo esta voluntad no hay más que leer “vidasolidaria” y encontraremos mil maneras de hacerlo

Bueno queridas y queridos:

Cuidaos. Pero mucho, mucho, mucho y haced-por disfrutar de la vida, porfa.

Y acordaos de que ser positivos, optimistas, no es verlo todo de color de rosa (¡no lo es!). Es saber encontrar lo positivo que hay en todo y estar convencidos de que, ante lo malo, seremos capaces de encontrar (o construir) una salida, la nuestra propia.

Y es que no es mejor jugador a quien le tocan las mejores cartas sino quien sabe hacer un buen juego con las que tiene.

Saludos
Laura

Facebook Twitter Stumbleupon Delicious More More More
elcorreo.com

EN CUALQUIER CASO TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS:
Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa.