UN ACERCAMIENTO AL VOLUNTARIADO.

Hace poco  se ha celebrado el Día Internacional del Voluntariado. Además este año y por esas mismas fechas más o menos se ha celebrado en Bizkaia, en el BEC, el Congreso Nacional del Voluntariado. Por ese motivo hemos querido acercarnos un poco más a esta realidad.

El voluntariado es algo muy importante. Gente que sin ánimo de lucro da lo mejor de sí mismo en esta sociedad tan materialista y consumista es algo muy digno de elogio y hasta revolucionario en la sociedad actual.

En muchos grandes eventos (olimpiadas, ferias internacionales, congresos,…) son muy importantes porque sin ellos no sería lo mismo. A veces no sería ni posible. Pero sobre todo los hay que están en las pequeñas cosas: los hay que cuidan de ancianos, están con enfermos físicos o mentales, ayudan a gente desfavorecida o en dificultades,… En definitiva, te acompañan.

Hacen una labor muy humana. Son una ayuda moral y anímica además de ofrecer trato y compañía, que en esta sociedad donde el individuo se siente a veces tan aislado y solo es de mucho agradecer. Representan un poco la humanidad y el altruismo que falta en este mundo y hacen de la sociedad un espacio más habitable.

Desde aquí queremos darles las gracias a todos ellos.

Nosotros en Argia celebramos este día haciéndoles un pequeño homenaje a “nuestros” voluntarios/as y organizamos una pequeña fiesta en su honor que rematamos con una merendola con las cosas que aportamos cada uno de los usuarios. Lo pasamos bien y resultó un momento bonito.

Por Argia a lo largo de estos años han pasado innumerables voluntarios/as y todos nos han ido aportando algo y se les echa de menos cuando ya no están. Para conocerles algo más de cerca nos hemos acercado a algunos de ellos para hacerles algunas preguntas.

– ¿De dónde nace tu motivación para ser voluntario/a?

C.: Siempre he pensado en los demás.

M.: A lo largo de mi vida la motivación para ser voluntario ha ido cambiando.  En mi adolescencia participaba en diferentes actividades como voluntaria principalmente por la formación cristiana que me dieron. En la actualidad, creo que mi motivación proviene de la creencia de que todas las personas debemos preocuparnos de tener un desarrollo espiritual, físico, mental y social. Dentro de lo social, lo que más me llena es ser voluntaria y ayudar a personas que lo necesitan, poder hacer pequeños aportes en mi círculo de influencia.

– ¿Cómo llegaste a Argia?

C.: Seguí la huella de mi hermano.

M.: Llegué a Argia a través de internet.  Hice un posgrado en Chile y quería realizar mi práctica en alguna fundación del País Vasco y Argia fue una de las que más me interesaba. Finalmente no pude realizarla por causas administrativas, pero una vez que volví a Bilbao, contacte con Carlos de nuevo y me incorporé a la Fundación como voluntaria.

– ¿Piensas o sientes lo mismo ahora que cuando llegaste? ¿Ha cambiado algo tu visión sobre las personas con enfermedad mental?

C.: No, sustancialmente no ha cambiado.

M.: Cambia lo que siento. Cuando compartes tiempo con alguien, ya sea compañero de trabajo, de universidad, o un nuevo amigo, siempre va cambiando lo que piensas y sientes de esas personas, según vas compartiendo y aprendiendo de ellos. Antes de estar en Argia, prácticamente no había tenido contacto con personas con enfermedad mental, salvo algún caso clínico y lo que estudiaba de libros y clases en la universidad. Ahora he descubierto otras facetas de las personas con enfermedad mental que van más allá de los criterios diagnósticos, signos y síntomas, etc.

– ¿Qué crees que aportáis y que te aporta personalmente?

C.: Creo que aportamos afecto y paciencia. Es gratificante ayudar al que está peor.

M.: Lo que aportamos, creo que es acompañamiento y entrega. Personalmente me aporta sentirme parte de una comunidad social y poder compartir con otros mi ayuda, mis experiencias,… bailar, cantar, reír …

– ¿Por qué crees que hay en general más voluntarias que voluntarios?

C.: Por una sensibilidad distinta seguramente.

M.: No creo que existan muchas más voluntarias que voluntarios. Puede ser que en Argia históricamente existan más voluntarias, pero creo que se debe a que la mayoría del voluntariado acude inicialmente por convenio de prácticas con sus universidades, sobre todo de las carreras Psicología y Educación social, que suelen ser más concurridas por mujeres que hombres.

– ¿Qué es lo que más te gusta de vuestra labor? ¿Crees que se valora suficientemente?

C.: Yo diría que la constancia. Y sí, creo que sí se valora.

M.: Lo que más me gusta de nuestra labor en Argia es estar presente en esos momentos sencillos en que cualquier usuario se siente contento y satisfecho con su propio trabajo o con lo que está haciendo  y esa energía positiva nos la transmiten también a nosotros, los voluntarios. En cuanto a la valoración, creo que nuestra labor es muy valorada, pero creo que el reconocimiento debe partir siempre por uno mismo…primero victorias silenciosas y luego públicas. Si reconoces y valoras tu trabajo luego los demás también lo reconocerán y valorarán.

– Antes se decía que los jóvenes en general tenían un espíritu inquieto, de mejorar y transformar la sociedad, de volcarse con “causas imposibles”. ¿Crees que la juventud de hoy se ha vuelto en general más práctica y menos “soñadora y altruista?

C.: Quizás la juventud actual está más condicionada por el consumo.

M.: Creo en cambio que con el paso de los años los jóvenes se han convertido cada vez más en agentes de cambio y gracias al creciente acceso a información sobre lo que pasa en el mundo y la emergencia de organizaciones como las ONG´s , los jóvenes encontramos cada vez más opciones para comprometernos con las causas que nos hagan más sentido y luchar por ellas.

– ¿Crees que ha cambiado mucho el perfil de la persona voluntaria a lo largo de los años?

C.: Creo que los rasgos fundamentales no han cambiado.

M.: No se si ha cambiado mucho el perfil del voluntariado, pero en relación a la respuesta anterior, creo que nuevos colectivos de voluntarios van surgiendo según las necesidades sociales van cambiando. También se han ido creando más canales entre la gente y entidades que se dedican a fomentar la obra altruista, un ejemplo de ello es la agencia Bolunta en Bizkaia o a un nivel más global la red de voluntariados de Greenpeace.  El voluntariado ya no es solo el que ayuda al más pobre o al más enfermo, sino que surgen también otras iniciativas voluntarias de ayuda a las más diversas causas.

– ¿Te gustaría añadir algo?

C.: Agradecer a todos el afecto que recibo.

M.: Solo dar las gracias al equipo Argia por crear este espacio de voluntariado, ofreciéndonos la oportunidad de descubrir otra mirada sobre las personas con enfermedad mental.

– ¿Estás a gusto con nosotros? ¿Somos muy pesados a veces?

C.: Estoy muy a gusto.

M.: Estoy a gusto con vosotros y no creo que la palabra sea “pesados”, sino que hay momentos (aunque han sido pocos) en que no sé cual es la mejor forma de responder o dialogar con vosotros, pero día a día vas aprendiendo.

 

 

 

 

 

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